jueves, 21 de noviembre de 2013

Como no todo van a ser lástimas, voy a hacer un meme

Que todo hay que decirlo, se lo he usurpado a la Patata... que yo siempre rebelo mis "fuentes".

Después de tanto tiempo no sé si quedará algo que no sepáis de mi. De todos modos, lo voy a intentar y voy a escribir 50 cosas sobre mi que (creo yo) poca gente sabe.

1.- Tengo un hermano mellizo.
2.- Tengo un ojo vago y me da mucha vergüenza decirlo.
3.- Odio dejar mis gafas a nadie porque todo el mundo me dice: "Uy que mareo" Pues no te las pongas, oye.
4.-No me gustan los bolsos, por lo que me cuesta horrrrrrorrrrrres comprar uno que me convenza.
5.- Adoro comprarme montañas de ropa barata que me pueda poner cuatro días, cansarme y que no me de cargo de conciencia.
6.- Siempre que estoy de bajón me compro algo de maquillaje. Hoy me he comprado un colorete.
7.- Me muerdo las uñas.
8.-Desde hace un año sólo me pinto los labios rojos.
9.- Me encantan las minifaldas.
10.- Siempre me visto llevando las partes de arriba sueltas y las de abajo estrechas.
11.- Odio los escotes, supongo que es porque me acompleja mi pecho.
12.- Me encanta el estilo rock, rockabilly.
13.- Aunque soy muy de rock y de indie, no me da vergüenza admitir que me pego mis bailes de electrolatino cuando corresponde.
14.- Mi vida cambió en un monólogo de J.J. Vaquero.
15.- Me encanta hacerme fotos pero odio que me las hagan.
16.- Soy hipocondríaca.
17.- Soy muy muy muy muy perfeccionista.
18.- Siempre vivo frustrada porque no me salen las cosas como yo quiero. (por perfeccionista).
19.- Mi perro está en mi escala de valores muy por encima que otras cosas aparentemente más importantes.
20.- Odio a los hombres con las cejas depiladas.
21.- Odio a los hombres con camisetas con escote.
22.- No soporto los piercings.
23.- Me encantan los tatuajes.
24.- Soy de esas personas que necesitan que les digan que las quieren.
25.- Soy muy insegura. Muchísimo.
26.- Me encanta practicar aeróbic aunque sea un deporte pasado de moda.
27.- Por muchas intenciones que haya tenido de dejarlo, sigo fumando.
28.- Soy adicta a los crucigramas y los autodefinidos.
29.- Odio los sudokus (siempre he sido de letras)
30.- Soy muy cocinillas.
31.- Siempre he querido aprender a coser, aunque nunca he pasado de un zurcido o un botón.
32.- Me encanta bordar a punto de cruz.
33.- Me encanta vestir sosa y adornarme con complementos chachis.
34.- En mi vida sólo he tenido un novio. Con los años que tengo....
35.- No sé planchar. Mi madre no me deja.
36.- Me sé todo el repertorio de la Gallina Pintadita en español.
37.- Me encanta bailar, pero me da vergüenza hacerlo en público (por eso hago aeróbic).
38.- Llegué a bailar muy bien salsa cubana.
39.- En mi casa, la TV siempre está puesta en Antena 3. (Bueno siempre... casi siempre)
40.- El amor me altera mucho. Vivo mejor cuando no estoy enamorada.
41.- Las bodas (según que bodas) me parecen espectáculos horteras y bochornosos.
42.- Tengo muchísimo sentido del ridículo por lo que siempre necesito estar "en mi sitio".
43.- Mis colores básicos para vestir son el blanco, negro, gris, beis, azul y marrón.
44.- Me encantan las rosas color té y las orquídeas.
45.- Soy muy fan del humor absurdo,
46.- Me encanta escuchar la radio. Y si es en transistor, mejor.
47.- No me gusta la cocacola sola (con chorreón de ron sí)
48.- Me encanta la cerveza.
49.- Me da mucho repelús tocar los huesos de las aceitunas.
50.- Odio el marisco.

Y lo dejo ya porque me tengo que ir... quizá repita otro de estos más adelante.

Feliz jueves.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dicen que gente parada, malos pensamientos

Que no es que me esté parada precisamente, porque desde la marcha de mi padre no hago más que hacer gestiones, gestiones, más gestiones, otro día gestiones, notario, hacienda, abogados, seguros, médicos, bancos, bajas, más bajas, etc. etc. etc... y eso agota a cualquiera.

Que por otro lado casi que voy a tener que sentirme "afortunada" por haberme pillado este mal momento estando en paro. Ya veis con lo que me puedo conformar a estas alturas.

Y supongo que me cabreo porque llevo dos meses y pico agotada de tanto ajetreo por motivos poco agradables. Tiempo "perdido" al fin y al cabo.

Porque este tiempo me gustaría, mejor dicho: debería estar empleándolo en idear mi proyecto de tener un proyecto. Y que conste que no quiero volcar todas mis frutraciones en "lo que pudo ser y no fue" (respecto al blog) pero como he dicho antes, cuando me cabreo, me cabreo. Ea. Y entre otras cosas, supongo que hasta que no termine con toda la vorágine de papeleos, hacienda, notario, pruebas médicas etc. etc. etc. no me despejaré para poder pensar con claridad.

¿Habeis oído el anuncio ese de seguros que dice que le van a pegar una patada al 2013 para recibir al 2014? Pues eso mismo estoy deseando yo, pegarle una patada al 2013 y empezar el 2014 con nuevas expectativas.

Supongo que sólo es cuestión de tiempo. 



martes, 19 de noviembre de 2013

Se me queda cara de gilipollas

Así con todos sus gilis y sus pollas...

... cuando veo que llegados a este punto, con más años que un bancal y después de mi larga trayectoria como "bloguera" (ejem) no he conseguido absolutamente nada.

Nada de nada.

Osea, NADA.

Dice ese párrafo de la novela El tiempo entre costuras (que es una novela, no sé si lo sabeis) que el destino no es más que la suma de decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida, incluso las que en su día nos parecieron insignificantes, por lo que a estas alturas estoy comprobando que la gran mayoría de las decisiones que he ido tomando a lo largo de mi vida han sido grandísimas mierdas tremendos errores.

Y veo que llegados a este punto, con mis años y en paro, no veo futuro. Porque es cierto que tengo el proyecto de tener un proyecto. Pero la idea para ese proyecto no llega.

Porque no sé que hacer. Porque está todo muy explotado y porque aquí donde yo vivo hay mucho de todo para la poca gente que estamos...

Y las pocas ideas buenas están ya en marcha.

Porque si hubiera sido más espabilada, por ejemplo, podría haberme dejado otras "prioridades" y haberme centrado más en el blog. Quién sabe, quizá me hubiera abierto muchas puertas.

Pero no, preferí no darle importacia...

Y ahora yo aquí con más años que un bancal y con cara de gilipollas.

Y muy enfadada.

Pd: Disculpad el mareo por el baile de blogs, pero prefiero quedarme en "casa".

Las aventuras no son lo mio

Así que después de mi fugaz aventura en el "nuevo" blog en el cual he publicado sólo tres entradas petardísimas, he decidido que para petardece... virgencita que me quede como estoy.

¿Que por qué?

Porque pretendía hacer algo nuevo... y me ha salido más de lo mismo.

Así que queridos míos, vuelvo a casa.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Te lo digo como lo pienso

http://telodigocomolopienso.blogspot.com.es/

jueves, 13 de junio de 2013

El Internet desde mi casa me va fatal

Y ese sería mayormente el motivo por el que no actualizo últimamente.

Pero, cosas de la vida... es ahora cuando más lo necesito para esta apasionante aventura en la que me he visto involucrada muy a mi pesar, que como podréis podido adivinar a estas alturas, sí, es la búsqueda de empleo.

Que conste que no vengo aquí ni a lamentarme de mi mala suerte ni tampoco a que me digáis que lo sentís y todas esas cosas... que luego se me quejan los parroquianos que si publico un blog porque no me escucha nadie y todas mis cosas de diva niñata o no sé como es como me dicen.

Pues eso.

Que no me he olvidado de que tengo aquí el chiringuito medio abandonado, que conste. Volveré pronto para contaros más cuentos de #postureo.

(Si el internet de mi casa me lo permite, claro)

Hasta pronto!

miércoles, 22 de mayo de 2013

#postureo. Su amig@ de toda la vida

Uno de los momentos más tensos que se padecen en los comienzos de las relaciones, se produce en el momento en que tu churri quiere que conozcas a sus amig@s.

Reconozcamos que es un momento verdaderamente delicado, sobre todo porque ya tenemos una edad y cada vez nos da más pereza conocer gente nueva. Gente nueva... que no hemos buscado nosotros, se entiende. Porque seamos realistas y no me vengáis con el "yo siempre estoy abiert@ a conocer gente nueva" (¡mentira!) si en los tiempos que corren hemos conseguido encontrar pareja... no nos apetecerá nada más que estar con él/ella, al menos en los primeros compases de la relación.

Pero obviamente, al igual que nosotr@s necesitamos "para vivir" que nuestra pareja sea aceptada por nuestra manada, a él/ella le pasa lo mismo.

Y tú te dedicas a hacer campaña entre sus amistades. Intentas caer bien, hablar con todo el mundo sin resultar pesado, ser simpático sin resultar graciosillo, estar pendiente de tu churri sin resultar agobiante, pero tampoco que crean que eres un@ zalamer@ seductor@ que flirtea con tod@s.

Peeeeero.

Ya hemos llegado al punto pero (que no cero). En todos los grupos de amigos incluido el nuestro, siempre se encuentra:

"Mi amig@ de toda la vida"

El/la amig@ de toda la vida es aquel/aquella que siempre ha estado ahí agazapad@ bebiendo los vientos por tu churri y sufriendo en silencio por su amor no correspondido.

El/la amig@ de toda la vida es peligros@. Será el primero que querrá caer bien al recién llegado a la manada y se erigirá como portavoz de los receptores, porque para eso... él/ella llegó primero. Pero al mismo tiempo, será el/la primer@ que te dirá "cuídamelo eh, que te vigilo" mientras le resobetea.

El/la amig@ de toda la vida seguirá agazapad@ bebiendo los vientos por tu churri y sufriendo por su amor no correspondido, al mismo tiempo que elaborará su estrategia de muerte y destrucción hacia ti.

El/la amig@ de toda la vida es débil e insegur@, sufre mucho y tiene problemas que sólo tu churri puede escuchar, porque para eso le conoce de toda la vida. Y para ello necesitará quedar con él/ella una tarde entera porque está superplof y si es cuando ha quedado contigo, mejor. Mejor para que tu no vayas, claro... porque su amig@ es su amig@ y tiene preferencia. Total... a ti te conoció hace un mes.

El/la amig@ de toda la vida es muy bueno y comprende un montón que su amig@ y tú querráis estar solos y por eso, cuando le llame en el momento más intempestivo y tu churri le diga que se venga a tomar una caña con "nosotros", es supercomprensiv@ y con una lagrimita en los ojos y la voz entrecortada le dirá "no, si estás con tu churri no, que no quiero molestar... (snif)".

Y tu, como churri recién llegado asistes a tan lamentable espectáculo con gesto de complacencia y le dirás "noooo, dile que se vengaaaa clarooooo" cuando por dentro sabes que el otro/otra está celebrando su victoria.

El/la amig@ de toda la vida se hará millones de fotos con tu churri metiendole mano por todas partes, que para eso son amigos y hay confianza. La confianza que tu no tienes, por su puesto, porque le acabas de conocer y las fotos que tu no te haces con tu churri para no resultar una lapa.

El/la amig@ de toda la vida estuvo, está y estará siempre presente en nuestras vidas. 

Por eso, sólo nos queda tirar de #postureo y echarle paciencia y sonreir... o rezar para que se eche novi@.

Contadme, ¿cuántos habéis sufrido un amig@ de toda la vida de tu churri?

Buen miércoles.

lunes, 20 de mayo de 2013

#postureo sentimental

Como me gusta el nuevo palabro que debes usar si quieres ser moderno: #postureo.

Por eso he decidido crear una nueva sección (así como si fuera importante y eso) donde reflejar mi punto de vista sobre el postureo que ejercemos constantemente. Porque querid@s amig@s: todo es #postureo.

Y como a mi me gusta mucho hablar de relaciones (qué le voy a hacer), hoy quiero hablar sobre el postureo en las relaciones modernas.

"No me importa"
"No me tienes que dar explicaciones"
"No me enfado"

Si tienes más de treinta y estás solter@, ten en cuenta que estas tres frases serán las que más vas utilizar en el hipotético caso de empezar una relación.

Porque hoy en día somos todos muy modernos y no queremos compromisos.

Por eso, "no te importa" si tu churri desaparece durante días sin saber nada de él/ella (aunque estés comprobando su fb y su última conexión del wathsapp constantemente).

Cuando por fin da señales de vida, "no le pides explicaciones" porque ni tienes derecho a pedírselas ni él/ella tiene obligación de dártelas. Recuerda, eres modern@ y tu relación no es una relación, eres modern@.

Después de no importarte lo que hace tu churri y no pedirle explicaciones, "no te enfadas" con él/ella.

Total... eres un@ treintañer@ modern@ y mantienes una no-relación con otr@ treintañer@ modern@, lo que significa que ni sientes ni padeces, simplemente aparentas.

Señoras y señores, esto es #postureo sentimental.

Treintañer@ solter@s, ¿qué opinais?

Feliz comienzo de semana.

Pd: Hoy me he levantado guerrera.

martes, 14 de mayo de 2013

Nada importa

Así como quién quiere la cosa se ha pasado otra semana sin actualizar.

Y no es porque no tenga cosas que contar. Quizá en otro momento de mi vida podría haber publicado a entrada diaria aunque no fuera nada más que para contaros mis inmadureces de adolestreinta recalcitrante. Hablar del Muso, de mi y de "lo guapos que somos". Contaros lo catacaldos que soy y lo que me gusta meterme en todos los berenjenales posibles cuanto más frikis mejor. Enseñaros unas fotos que me han hecho últimamente que ríete tú de las eb's. Que ahora que no quiero poner fotos en el blog resulta que tengo a mi disposición un buen puñado de trípodes. Que esta tarde me han regalado una caja de caramelos de La Elisa de Hellín. Que se me termina el contrato el día uno de junio y mañana sabré si me renovan o no. Que encima de mi casa probablemente haya un cadáver y no sabemos de qué especie... Y un buen puñado de historias más.

Pero como resulta que soy un puñetero nervio con patas... en este momento sólo puedo pensar en que pasado mañana tengo que ir al especialista y, aunque ya me haya dicho el médico privado que no tengo nada de qué preocuparme... hasta que no salga de la consulta no respiraré tranquila.

O no...

Vaya par de días que me esperan.

Buen martes.

martes, 7 de mayo de 2013

Vivir en la adolestreinta

Esta época de la vida que me encuentro viviendo actualmente y que cuyo término se ha acuñado como "adolestreinta" es cuanto menos, curiosa.

Y es que resulta raro vivir igual que cuando tenías quince años, pero dieciséis años después. Osea, adolescencia al cuadrado.

Bueno, realmente no vivo igual que cuando tenía quince años, pero sí igual que cuando tenía dieciocho. Con la diferencia que cuando tienes quince-dieciocho es normal, pero con treintayuno haces el ridículo.

Haces el ridículo al vestir según como, ir a según que sitios, pegarte según que fiestas y dejarte ver con según que cogorzas. Y por supuesto, verte en según qué actitudes con personas del sexo opuesto. 

Y es que el otro día me dijeron que me vieron comportarme "como una quinceañera" porque me vieron besar en plena calle. Un señor beso, se entiende. Y quinceañera en tono "despectivo", se entiende. (Aunque sin ánimo de ofender, también)

Que vale que con estas edades ya no eres una hormona con patas, que has madurado y por tanto, tienes criterio y sabes comportarte, pero a mi lo que me parece una bobada es reprimir un impulso de cariño sólo "porque me ven".

Ya os pregunté hace un tiempo que si vosotr@s erais de muestras públicas de cariño o no. Casi todos me contestasteis que sí, pero que sólo en la intimidad.

Intimidad. He aquí el problema, que si eres adolestreinta en grado máximo como una servidora, dentro del formato se incluye el no tener intimidad. Por eso te tienes que besar en la calle. 

Como estaréis observando, lo cierto es que no me hizo ni puñetera gracia ese comentario con ese tonito despectivo. Pero lo que más me fastidia y sorprende a partes iguales es que viniera de una persona que más joven que yo.

Y ahora me pregunto: ¿Qué visión tienen los jóvenes de los que vivimos la adolestreinta? 

Porque ser adolestreinta parece fácil, pero no lo es.

Así que hablando por mi sólo diré una cosa: al igual que en la primera edad del pavo... espero que se me pase pronto.



Yo también compro barato

Ayer empecé a escribir una entrada donde comentaba que era incapaz de entender por qué hay quién es capaz de gastarse un sueldo entero en un bolso, esperar meses para tenerlo y aún encima parecer que han conseguido la hazaña de su vida.

Aunque como me pasa muchas veces que me pongo a escribir, que me "desinspiro" y lo dejo a medias.

Hoy he visto que Humor de Moda en su entrada de ayer hablaba sobre lo mismo que yo pretendía, que casualidad... así que me he animado a terminarlo.

Es verdad que a veces parece que nos da vergüenza decir que compramos barato. Que parece que cuanto más gastamos en algo, más guays somos, o más monas vamos.

El sábado me compré esta precioséz de bolso al módico precio de quince euros.


Y el domingo estrené mi vestido marrón de crochet que me compré en Los Invasores (el mercadillo) a siete euros. Porque sí, yo cuando puedo, voy al mercadillo. Me encanta. Porque me compro de todo y baratísimo. Y también compro en el Lefties. Y si me puedo gastar tres euros en una camiseta en vez de cinco, mejor aún. Y aprovecho las rebajas y las ferias de stock.

Pero es que me parece un absurdo gastarte dinero en según qué cosas. Bueno, según que cosas: Ropa y bolsos.

Porque obviamente hay ciertas cosas que no, como calzado y gafas... Que esa es otra, que la misma persona que se ha gastado mil euros en un bolso, luego las veo que van con gafas de grupo Amancio's que a saber de qué están hechos los cristales...

Pero bueno, supongo que al igual que a mi me parece fatal llevar un bolso caro y unas gafas malas, a otra persona le parecerá fatal que lleve unas gafas caras y un bolso de plasticuero.

Cuestión de gustos.

Feliz martes.


viernes, 3 de mayo de 2013

Mi madre

Mi madre probablemente sea una madre del montón, como casi todas las madres de casi todos vosotros. Pero resulta que yo no tengo otra y por tanto, para mi es la más mejor y más especial madre del mundo.

Como ya habréis podido observar si leéis habitualmente este blog, siento adoración por mi madre. Quizá sea la persona a la que más quiero en este mundo, con todos los respetos al resto de personas que yo quiero en este mundo.

Mi madre es, como era su madre y probablemente como soy yo (genética pura) una honesta brutal.

Es honesta hasta niveles casi dolorosos. Mi madre nunca me va a decir "lo que quiero oír", siempre me da su opinión sincera, aunque no me guste lo que diga.

Mi madre me protege hasta niveles sobrenaturales. Para ella, siempre voy a ser "su nena", aunque tenga ya camino de treinta y dos años y aunque ahora el título honorífico de "la nena" lo ostente su nieta.

Aunque todo hay que decirlo, desde que es abuela ha cambiado bastante el chip y ha empezado a mirarnos a mi hermana y a mi como mujeres, no como niñas.

Mi madre es una mujer de pueblo un tanto chapada a la antigua. Por eso, le costó un poco asumir que se puede vivir "en pecado" y tener  hijos sin estar casada. Asumirlo para con nosotras, se entiende, porque sus hij@s son l@s más decentes del mundo mundial y como dijo aquella: MA-TA por nosotr@s.

Mi madre siempre ha sido muy crítica con mis "pretendientes" y nunca se ha cortado un pelo en dar su opinión sobre ellos porque sufre tanto o más que yo cuando he sufrido por desamor. Que ha sido en más de una ocasión, todo hay que decirlo, y por eso hace poco y después de saber que últimamente quedaba mucho con un  chico me espetó su frase amenazante de advertencia: "Hija mía, tú siempre has tenido muy mal gusto para los hombres". Acojonadica me quedé.

Por eso, después de conocer al Muso y opinar de él que "Es muy apañao" (cosa que nunca había dicho de ninguno de mis acompañantes masculinos) ya puedo sentirme victoriosa y bendecida. Ya sabes Muso, le molas a mi madre. Te lo dije.

Mi madre es de las madres que, excepto en mis cuestiones amorosas, sufre en silencio cuando he tenido algún problema. Hace como que no se preocupa para que yo no me preocupe. Pero sé de buena tinta que lo está pasando tan mal como yo, por no decir más, al ver que no estoy todo lo contenta que debería estar con mi trabajo y por los problemillas de salud que me han surgido últimamente, probablemente provocados por el estrés que me produce la primera cuestión. Y por ver que no es tan fácil como coger y dejarlo, porque no están los tiempos para ir dejando trabajos.

Por eso se alegra por mi y ve "apañao" al Muso. Porque ve que él es quién me hace sonreír.

Como decía antes, mi madre desde que es abuela cambió tanto el chip que ahora no es que no le importe si sus hijos "viven en pecado", sino que hasta hace poco tiempo me animaba a que hiciera como Mónica Cruz y me hiciera una inseminación artificial, porque "hija mía, ya tienes edad" y "a ver si te vas a quedar huera" .

Aunque la verdad es que prefiero mil veces que mi madre me espete una de sus frases lapidarias a que me diga "ea hija... lo que tu veas" o "si a ti te gusta" porque eso significa que eso que llevas puesto, pretendes hacer o lo que sea que se me está pasando por la cabeza... no le mola un pelo. Si mi madre me dice una de esas dos frases, automáticamente aborto la operación, porque sé que la estoy cagando.

Otra cosa que me hace mucha gracia de mi madre es cuando le cuento algo, del facebook, del twitter o "del interné" en general y hace como que me escucha asintiendo con la cabeza, haciendo como que me entiende, todo por no decepcionarme. Luego le digo "a que no te estás enterando de nada" y me responde "de nada absolutamente" y nos partimos de risa. En el fondo lo hago adrede... no lo voy a negar.

Porque mi madre es anti tecnología total. Ha aprendido a manejar el mando del TDT y porque no le queda más remedio si quiere ver la tele. No es capaz ni de mirar las llamadas perdidas del móvil, por eso, cuando le suena el teléfono y no le da tiempo a cogerlo, hace ronda y nos llama a todos (a mi la primera porque sale la primera en la agenda) para preguntar "¿me has llamado tú?". Pero creo que lo hace por principios. Ella como "es vieja e inculta" (sus palabras) pasa de todo. Aunque no puede vivir sin el móvil. Para llamar sólo, eso sí.

Podría pasarme horas y horas escribiendo sobre mi madre y sus cosas, pero creo que ya me está quedando esto un poco largo y... prefiero dejarme cosillas para otras entregas de "Mi madre, esa mujer".

Efectivamente, con esta entrada quería homenajear en este caso a mi madre y felicitar a todas las lectoras que lo son, a las que lo van a a ser y las madres de tod@s vosotr@s porque el domingo, es su día.

Feliz día de la Madre.

Feliz día, máma. (Con acento en la primera a)









viernes, 26 de abril de 2013

Quiero meterme en la cama y no salir

Tengo miedito.

Después de lo de ayer, mi teoría de que me ha mirado un tuerto la tengo casi confirmada.

Pues nada, resulta que cuando llegaron las siete de la tarde de ayer y mi compañero y yo nos dispusimos a cerrar el chiringuito, descubrí que la grúa se había llevado mi coche.

Yo lo flipo. Lo flipo a niveles estratosféricos.

Como ya os he contado en alguna ocasión, mi oficina está en un barrio donde es prácticamente imposible aparcar, aparte que el colegio que tengo enfrente tampoco ayuda demasiado a la labor. Al lado de mi oficina entre una cochera y un taller de motos, hay un minihueco donde realizo aparcamientos de emergencia cuando no hay otra solución y en el cual asoman dos palmos de culo o de morro (del coche, se entiende) a cada lado de cada vado. Aparte que (creía que) en el barrio ya me conocen y tengo (tenía) la confianza que el mecánico del taller, que bien que viene cuando se aburre a tirarme los tejos... me avisaría si el coche estorbaba (que resulta que nunca estorba porque nunca nadie sale de esa cochera).

Pues resulta que ayer sí. Ayer el señor propietario quiso sacar el coche. Al señor propietario le resultó mucha molestia girar mínimamente el volante (porque podría haber salido perfectamente) y resulta que el mecánico del taller, que luego me confirmó que presenció todo el momento-policía-denuncia-grua no reconoció que era mi coche. Sí hombre, sí. Muchas gracias.

Así que ayer la jornada laboral me costó 128 € de la tasa de la grúa y otros 90 € cuando me llegue la multa.

Yo creo que me ha castigado Dios o el karma o vaya usted a saber. Porque resulta que por la mañana le comentaba al Muso que "ojalá y todos los problemas pudieran solucionarse con dinero". 

Toma, por hablar.

Y es que resulta que llevo una temporada que no gano para sustos. Entre los sustos que me ha dado la salud, tengo que sumarle el palazo que me va a pegar Hacienda con la declaración de la Renta, lo que me he gastado en gafas y médicos y ahora la multa.

Lo dicho, no gano... 

Así que hoy lo único que me apetece es meterme la cama y no salir hasta que haya pasado por lo menos una semana... que me da mucho miedito todo.

Feliz fin de semana...


Edito: Y lo peor de todo es que en este mismo instante (11.16 AM) hay una furgoneta aparcada en el mismo sitio... Por mis huev** que llamo a la policía ahora mismo.

jueves, 25 de abril de 2013

Las cosas importantes

Me comentabais en la anterior entrada, bueno, me comentaba un anónimo, que no es que me moleste que sea anónimo... que parece que decir "me ha comentado un anónimo" suena así como fatal y eso ¿no? pero claro, no puedo ponerle nombre y eso... (corta que te lías) Eso, que parece como que a veces actualizo "por obligación" y que si no me apetece... que lo normal sería dejarlo.

Huummmmm.... oye, pues tienes razón querid@ amig@.

El caso es que no actualizo por obligación... o quizá sí, pero si lo hago es porque no quiero acostumbrarme a dejar esto colgado demasiado tiempo. No me gustan los blogs abandonados. Aunque realmente es más penoso un blog con entradas absurdas que no con un par al mes pero que sean geniales, ¿verdad?

Y lo que tampoco me gustan son los "Blogs Torero". 

Los Blogs Torero son los blogs que, como su propio nombre indica (y que yo misma me he inventado) hacen como los toreros, que se retiran definitivamente para volver a los dos meses anunciando la "reaparición" a bombo y platillo, publican un par de entradas y luego lo vuelven a dejar y así... Eso no me mola. No me mola nada.

El problema es que no siempre tengo temas para Reflexionar Superprofundamente. De hecho, si siempre lo estuviera haciendo estaría ya un poco loca, ¿no? Perdona... ¿más aún? jajaja

Perdonadme. Pero es que en este momento que os escribo, aparte que he tomado café y yo no puedo tomar café más allá de media mañana porque me pongo como un cohete, estoy eufórica perdida.

Y es que estos últimos días he tenido un susto de salud. Sí, otro susto. 

Sí, sí... debo estar haciéndome vieja porque me están saliendo todos los achaques. Ea. Tengo que empezar asumirlo... no soy esa lozana jovencita que creía ser. 

Pero bueno, afortunadamente otra vez sólo ha sido un susto (y vaya susto) aunque todavía tengo que ir al especialista, el ir a visitar a un médico privado creo que ha sido lo mejor que he podido hacer. Porque como tuviera que estar esperando diez, quince o nosecuantos días después que la Señorita Doctora de Urgencias me dijera "puede ser malo... o no... no lo sé" a que me viera el especialista, me parece a mi que me había muerto... pero de un infarto.

Cuando te pegas este tipo de sustos es cuando te das cuenta de lo frívola que es tu vida y de las gilipolleces por las que te preocupas habitualmente. 

Así que a partir de hoy pienso tomarme la vida con mucha más calma y preocuparme nada más que de las cosas importantes.

Para todo lo demás........................

Feliz jueves!!!!!!


Pd: Y para celebrarlo me he comprado un vestido monísimo y el sábado me voy a la pelu a ponerme bella como una estrella.

Pd2: Ahora falta que después de todo el despliegue no me saquen de paseo... jajaja

martes, 23 de abril de 2013

Necesito buscarme un hobby

Tengo un problema.

Necesito buscarme un hobby urgentemente. Por lo menos para que tenga algo de que hablar en el blog.

Ya sé que me pongo cansina pasiempre con este tema, pero es que es verdad.

Y es que cuando ya pasas de los treinta y uno (camino de treinta y dos) y tienes un blog las temáticas se van reduciendo a:

- Ser personal choped o güedin planer.
- Si no eres güedin planer profesional, montar tu propia güedin y mostrarla al mundo por fascículos. Con esto tienes para actualizar durante aproximadamente siglo y medio.
- Mi preñéz. Con pelos y señales. Bueno, los pelos mejor los dejamos.
- Mi churumbel y sus satélites. Entonces es cuando la bloguer deja de ser bloguer para convertirse en "la mamá de" y todo su universo gira en torno al churumbel y sus satélites.

Y si eres apañada:

- Mis manualidades. O DIY, que es más guay.
- Mis libros.
- Mis maquillajes.

Estas blogueras, además de trabajar, ser madres, atender su casa y sus cosas, aún encima hacen cosas chulas, escriben bien o se maquillan mejor.

Por eso digo que necesito buscarme un hobby para poder ilustrar mis entradas con algo que no sean los rollos de siempre. Que si mira que guay, que si mira que plof... me aburro yo sola de leerme...

Pero es que yo de moda sé lo justito para ser personal choped; no me caso; no voy a ser madre; no sé hacer manualidades; no tengo imaginación para maquillajes artísticos.

¿Y qué narices hago yo?

Ah sí... Reflexionar Superprofundamente... o lo que viene siendo lo mismo, rayarme la cabeza con chorradas.

Feliz martes.

viernes, 19 de abril de 2013

Porque lo dice el DNI

Un poco volviendo a la entrada de ayer, parece que estamos todos un poco de acuerdo en que no nos creemos que realmente ya nos hemos hecho mayores.

Y como decía, realmente yo no me siento mayor. No sé... es que yo desde que tengo uso de razón, me he sentido igual. Mis emociones han sido siempre las mismas, lo único que quizá es distinto es a lo que iba enfocada esa emoción.

Si hay algo que me acuerdo especialmente, es de cuando era una niña pequeña e iba a párvulos. Recuerdo perfectamente que estaba "enamorada" de un niño de mi clase. Sí, sí... será que toda mi vida he sido muy romántica, porque con cinco o seis años ya andaba de amores.

El caso es que recuerdo perfectamente lo que sentía cuando veía a ese niño. Ese nerviosismo, esa emoción, las "mariposas en el estómago" eran las mismas que sentí después con doce, con diecisiete, veinticinco o treinta y un años.

Al igual que el amor por los míos. Porque tenga los años que tengo ahora no dejo de querer a mi madre. Y confieso que de vez en cuando necesito que me achuche en su regazo y me de muchos besos. Eso lo hacía cuando era bebé, con siete años, con doce, con dieciocho, con veinticinco y con treinta y uno... y lo haré mientras pueda hacerlo.

La ilusión. Lo mismo, ¿vosotr@s no sentís igualmente la emoción de la ilusión? Yo sí. Lo único es que antes cuando era niña me ilusionaba por un juguete y hoy me ilusiono por comprarme un móvil. Al fin y al cabo es lo mismo, ¿no? O la ilusión que me producía que llegara el verano para ir a la feria de mi pueblo, que es la misma que ahora, lo único que antes me encantaba ir para montarme en el Saltamontes, y ahora me ilusiona comerme un perrito caliente de Hamburguesas Santa Ana.


O la ilusión al oir el bip bip del móvil cuando recibes un Line (adoro el Line) o un Wathsapp, ¿no es la misma que cuando tocaban al timbre de tu casa y tu vecin@ te preguntaba que si "te bajas"?

Y por supuesto... las emociones negativas también son las mismas. El primer día de Colegio-Primer día de Trabajo después de las vacaciones; Suspender un Examen-Metedura de pata laboral...

O reñir con tu mejor amig@, eso es peor que dejarlo con una pareja.

Cuando tenía unos quince años o por ahí tuve una experiencia horrorosa cuando la que era mi mejor amiga "me dejó" por mi compañera de pupitre del instituto al poco de presentarlas. Os juro que el dolor de corazón que sentí cuando ambas me dejaron de lado fue tan malo... tan, no, mucho peor que cuando me dejó mi ex.

Por todas estas cosas es por lo que digo que yo no me siento mayor... soy mayor porque lo dice el DNI pero a final de cuentas yo creo que soy la misma persona y siento igual que cuando era niña, adolescente, ahora en la edad adulta, y seguiré sintiendo igual cuando hayan pasado unos años.

Feliz fin de semana.


jueves, 18 de abril de 2013

¿Y tú qué querías ser de mayor?

El otro día el Muso me comentó que pasó por la puerta de su antiguo instituto y por la calle donde cuando era adolescente se juntaba con sus amigos a arreglar el mundo y fumarse sus cigarricos a escondidas.

Me dijo que se visualizó a si mismo de adolescente viéndose pasar a si mismo de adulto y se preguntó qué pensaría su yo adolescente de su yo adulto al verse pasar. Si se hubiera imaginado a si mismo en la actualidad, a sus treinta y dos, con ese coche, ese traje, ese trabajo y ese peinado.

La verdad es que yo tampoco recuerdo cuando tenía catorce o quince años e iba al instituto, cuando me saltaba la clase de turno para irme al parque de al lado a hacer el mono... como sería a mis treinta y uno.

No recuerdo si en ese momento me pararía a pensar en como sería mi futuro ni en qué quería ser de mayor.

Entonces le pregunté: "¿Pero te gusta tu vida?"

Y él me dijo que probablemente si se hubiera dedicado a lo que era su "sueño" probablemente a día de hoy sería mucho más ambicioso, pero que tal y como ha sido su trayectoria y en el punto que se encuentra ahora  podría decir que se conforma con lo que tiene. Que no es que sea absolutamente feliz pero que ha aprendido a apreciar lo que tiene a y a valorar los pequeños detalles de su día a día. Siempre se puede aspirar a más, por supuesto, pero no por ello hay que menospreciar lo que se tiene.

No sé cuantos de vosotr@s vivís la vida de vuestros sueños. Me explico, si vuestra vida actual a vuestros veintitantos o treintaypoco o treintaymuchos es la que os imaginabais cuando teníais catorce o quince e ibais al instituto.

Por mi parte... la verdad es que como desde bien jovencita supe que no iba a estudiar una carrera, quizá no me "molesté" en tener una vocación. Aunque también es cierto que el trabajar "en una oficina" (que diría mi madre) tampoco era una idea que me disgustara, no lo voy a negar. Y que desde los diecisiete hasta ahora sea a lo que me dedico... será por algo.

Mi vida no es "de ensueño", pero... tampoco necesito más de lo que tengo.

Además que, los treinta o treintayalguno cuando eres adolescente te parece que es el fin de la humanidad... pero yo, la verdad, siento que esto acaba de empezar.

Y vosotros, ¿sois lo que queríais ser de mayores?

Buen jueves.


miércoles, 17 de abril de 2013

La Esencia

Aviso: Entrada larga y moñas. No sigas leyendo si no quieres sufrir intoxicación glucémica.

Ayer, en una de esas interminables conversaciones filosóficas superprofundas que mantenemos el Muso y yo  con frecuencia, me comentó que aunque hace relativamente poco tiempo que nos conocemos había notado que en los últimos meses yo había cambiado.

El Muso y yo nos conocimos a finales de primavera del año pasado y por casualidad. Pura casualidad. Porque nos presentó una persona a la que yo no veo con frecuencia, en un sitio donde yo no voy con frecuencia y en un momento en el que yo normalmente estoy haciendo otra cosa. De hecho, ese día y a esa hora debería estar en clase de aeróbic... y realmente no recuerdo por qué ese día no fui.

Sea como fuere, el destino quiso que ese día él y yo coincidiéramos en el mismo espacio-tiempo. Por suerte.

Ya sabéis que para mi el año pasado fue bastante funesto y por aquellos entonces no tenía yo la cabeza ni el ánimo para muchos "meneos". Por eso, aún notando esa sensación de "sé que tú no vas a pasar desapercibido por mi vida" preferí ahorrarme quebraderos de cabeza y dejar pasar la oportunidad de conocerle. Vamos, que no le di ni mi teléfono.

Pero el destino debió empeñarse con nosotros e hizo que nos volviéramos a encontrar... Y le dí mi teléfono.... y él me llamó para invitarme a cenar... yo le dije que no... él me volvió a llamar para invitarme a un concierto... y yo le dije que no... él me llamo para... y yo le dije que no.

Hasta que se cansó de llamarme.

Pero.... el destino encabezonado como estaba, hizo que nos volviéramos a encontrar unas semanas después.

Y ese día lo vi todo claro, como cuando se te cae la venda de los ojos.

Empecé a ver que sí, que aunque mi vida los últimos meses hubiera sido una grandísima mie**a, ya estaba bien de lamentarme y que ya era hora de tirar para delante.

Y desde entonces todo lo que vino fue positivo. No sé si fue por mi, por él, o por que ya me tocaba.

Por eso me decía ayer el Muso que notaba que había cambiado. Y yo le pregunté que si tan cardo le parecí cuando nos conocimos, por qué insistió en seguir llamándome cuando ya le había dado largas en varias ocasiones. Además que él no era de los que le insistían demasiado a las chicas...

Me confirmó que, aunque en cierto modo mi yo de antes y el de ahora sean distintos... la esencia era la misma. Que hay ocasiones en que los estados de ánimo o diversas circunstancias negativas hacen que nuestra esencia no "huela" todo lo bien que debería al estar ensuciada. Pero que esa misma esencia en un entorno limpio y luminoso, huele bien.

Y probablemente él no sepa (bueno después de leer esto seguramente sí) que no tiene ni idea lo que le agradezco que supiera verlo en su momento y toda la paciencia que tuvo conmigo.

Y también que... aunque no sé que será de nosotros dentro de X tiempo, a día de hoy, abril de 2013 es una de las personas más importantes de mi vida y que él tiene un poquito de culpa de mi cambio actual.

Gracias Muso.



Pd: Me da una muchísima vergüenza tal despliegue sentimental, por lo que no aseguro que esta entrada permanezca demasiado tiempo publicada.

martes, 16 de abril de 2013

Os voy a decir una cosa (muy cortita)

Si hubiera sabido antes que a los 31 (y medio) iba a estar así... ojalá los hubiera cumplido hace 5 años.

Y hasta aquí mi reflexión superprofunda de hoy.

Feliz martes.

lunes, 15 de abril de 2013

Voy de tipa dura pero en el fondo soy de las que lloran en las bodas

Ya os he hablado en varias ocasiones de mi santa madre y sus frases lapidarias.

El otro día, en un arranque de honestidad brutal tan característico en las mujeres de mi familia (rasgo genético) me soltó:

"Hija mía: tu es que siempre has tenido muy mal gusto para los hombres"


Sí, me quedé con esa cara que te estás imaginando.

Después de recuperar el sentido y que la sangre volviera a regarme el cerebro después de semejante shock que, venido de una amiga lo puedes tolerar pero... que te lo diga tu madre ya jode, y bastante, pues que me dio que reflexionar superprofunamente. Eso fue el sábado por la noche y llevo reflexionando desde entonces.

Lo cierto es que me impactó. Bueno, no me impactó, no sé... es difícil describirlo. Es una sensación tan de: "¿Y qué coño he estado haciendo yo toda mi vida? ¡Si hasta mi madre lo ha visto!" No sé si me explico...

Y sí, tenía razón. Yo que siempre me he creído una desgraciaíca de la vida porque había tenido muy mala suerte con los hombres y resulta que el problema no eran ellos... era yo. Por elegir mal. Porque ciertamente a mi es que nunca me han gustado los tipos "normales". No sé... supongo que como soy rebelde por naturaleza, no me podía conformar con una relación normal con un hombre normal. Y es verdad, siempre me han gustado los hombres con algún rasgo diferente y característico.

Y así me ha ido. Fatal.

¿Por qué? Porque yo sí que soy normal. Dentro de todo lo rebelde que me crea, soy una tipa normal. Voy de tipa dura pero en el fondo soy de las que lloran en las bodas. Y de las que sueñan con arcoiris y unicornios amarillo pastel.

Así que después de esta terapia de choque que ha servido para aclararme las ideas, he llegado a la siguiente conclusión:

-Acepto hombres románticos.
-Acepto hombres que bailen bachata.
-Acepto hombres que no huyan despavoridos ante la audición de la palabra "boda".
-Acepto hombres que no les importe las muestras públicas de cariño.
-Acepto... un hombre normal.

Feliz comienzo de semana.

Edito para hacer una matización: La normalidad a la que me refiero supongo que será que sea tan normal como yo. Dentro de mi normalidad. Y de la suya. Osea, que seamos más o menos igual de normales o anormales...

Ufff que lío.





viernes, 12 de abril de 2013

La culpa fue de los Isquiotibiales

Hoy voy a contaros uno de esos secretos inconfesables que son inconfesables más que nada porque cuando los confiesas la gente te mira raro: Me estoy volviendo una hipocondríaca-aprensiva.

En serio. Pero es que no lo puedo evitar... Cada vez que me noto "algo", lo que sea, por mínimo pequeñísimo... me creo que me voy a morir.

Y eso os lo puede contar Anita, que el otro día cuando le conté que me dolía la espalda y la pierna y casi me creía que me iba a quedar parapléjica me contestó con un rotundo: "¿Y no serán simples agujetas?".

Touché.

Los días pasaron, mi dolor de espalda y pierna desapareció y continué con mi rutina diaria mientras buscaba otra parte de mi cuerpo que me doliera para quejarme un rato.

Y llegó ayer jueves y mi clase de aeróbic.

Viviría perpetuamente en clase de aeróbic. Creo que es de las pocas cosas que se me dan bien en la vida. Pirueta parriba, vueltecica pabajo, uve pacá, mambo pallá. Obvio decir que las mallas me quedan ideales, por supuesto....

Llegó el momento estiramientos y yo más hueca que una pava porque el Juan-Cló (¿os acordáis del Juan-Cló?) no me quitaba ojo de encima mientras yo me dedicaba a hacer posturitas a lo Pricilla reina del desierto.

Obviamente, mi momento Priscilla terminó en cero coma cuando me dijo Juan-Cló:

-Ana, tienes que bajar más (la espalda)
-No puedo.
-Sí puedes, tienes que forzar más.
-Que no puedo Juan-Cló, que me hago pupa.
-Eso es porque tienes Acortamiento de los Isquiotibiales.
-¿Que tengo corto el quéeeeee???

Pues eso. Los Isquiotibiales son unos musculitos que van por la parte trasera de lo que viene siendo el muslo, desde el culo (para qué andarnos con remilgos) hasta las corvas. Y los tengo cortos. Por eso no puedo doblar la cadera y bajar la espalda, porque no me tira el Isquiotibial.

-Ana, deberías hacer estiramientos también en casa.
-¿En casa también??? No jo-das.
-En serio, es que si no te cuidas eso te va a terminar doliendo la espalda.
-¿Has dicho???
-Sí, y también te pueden dar calambres en las piernas.
-¿¿¿Has dichooooo????

Así que no iba yo tan desencaminada y mi dolor de espalda y piernas de los días anteriores no eran simples agujetas.

¿Sabéis qué es peor que ser una maldita hipocondríaca-aprensiva emparanoiada?

El día que te dicen que tu dolor de algo tiene un motivo.

Ains....

Feliz fin de semana.



jueves, 11 de abril de 2013

Con 6 y un 4...

... hago tu retrato.

Bueno, en este caso el mío.


Feliz jueves (otra vez)

Con lo fácil que es mantener un blog actualizado.

Últimamente no publico mucho, lo sé. Y lo poco que publico es bastante insustancial, lo sé.

El otro día dije que es que estoy un poco vaga (que también), pero el problema es que no se me ocurre nada que pueda interesar a nadie. Y la cuestión es que en cuanto tengo tiempo libre es a lo que me dedico, a  (la intención de) actualizar el blog.

Pero nada.

Y mira que es fácil tener un blog actualizado, ¿eh?

Tan simple como abrirte la web del Zara y hacer un copy-paste de los modelitos, o abrirte el feisbuc y hacer un copy-paste de la broma del Durex y sus spanish flavours o abrirte cualquier web y hacer un copy-paste de lo que sea.

Pero qué queréis que os diga chic@s... yo debo ser muy pava porque cuando publico una entrada me gusta quedarme con esa satisfacción del "trabajo bien hecho", no sé si me explico. De currarme algo digno de enseñar, digno de ser leído y digno de ser comentado.

Y mirad que no tengo por qué, o será por eso por lo que lo hago: porque yo con esto no gano nada. Quizá quién publican entradas (o post) a destajo sea precisamente por eso, porque cobran por cantidad, no por calidad.

Ojo, que yo no digo que mis entradas tenga calidad... ni muchísimo menos, pero como he dicho antes: al menos a mi me dejan con esa satisfacción de haberme currado algo. Aunque luego no lo lea nadie.

Y hasta aquí mi reflexión superprofunda de hoy. Superprofunda de verdad.

Buen jueves.

martes, 9 de abril de 2013

Smile :D

No sé por qué extraña razón o motivo hoy estoy contenta y no se me quita la sonrisa de la cara.

Bueno, sí sé la razón. Acabo de salir del médico y resulta que no tengo que preocuparme de nada. Hace una semana estaba yo acojonada perdida porque me veía vendiendo cupones de la Once (con todos mis respetos a los vendedores de cupones), pero no. No tengo que preocuparme de NA-DA. 

Suficiente para estar contenta, ¿no? Chin-chin, brindemos.

Aunque la verdad es que últimamente tengo motivos para sonreír, aunque yo me empeñe en tener siempre alguna preocupación.

Que tonterías, ¿no?

La verdad es que siempre he tenido la teoría de que cuanto más subes más dura será la caída. Por eso, no he querido ser nunca "totalmente feliz", no sé si me explico. Eso de decir "joder, que bien me va todo" me ha parecido como tentar a la suerte.

O que si piensas siempre en negativo la ostia te dolerá menos.

Repito: Que tonterías, ¿no?

Supongo que si ha de pasarnos algo malo nos pasará igual. 

Y al final todo se supera.

Aunque claro, esto lo digo yo hoy que me ha dicho el médico que no tengo por qué preocuparme. No quiero imaginarme si me hubiera dicho lo contrario. Ufff.

Sea como fuere, estoy bien, tengo salud, tengo trabajo, os tengo a vosotros y te tengo a ti que me haces sonreír. ¿Qué más quiero?

Nada.

Feliz martes.




lunes, 8 de abril de 2013

Si me voy contigo a ver una peli de miedo al pase de madrugada, es que me importas

No sé si alguna vez os he contado que no me gustan las películas de miedo.

Bueno, la verdad es que no soy especialmente cinéfila en general, pero las pelis de miedo no es que no me gusten... no las soporto, me tensan, me ponen enferma. De hecho (esto es real, no exagero) la noche que fui a ver "The Ring" tuve fiebre.

Sólo he ido dos veces al pase de madrugada a ver una peli de miedo: La primera hace unos años con el que era mi novio, que se empeñó en ir a ver Saw (no se qué versión) y que para colmo se durmió; y la última fue este mismo sábado que fui a ver Posesión Infernal. Bueno, eso de ver es un decir teniendo en cuenta que me pasé la mitad de la peli con los ojos cerrados y agarrada al brazo del muso.

Así que ya sabéis querid@s amig@s, si alguna vez os acompaño a ver una peli de miedo al pase de madrugada, es porque me importáis.

Buen comienzo de semana.


Pd: Disculpad la ausencia, es que he estado bastante vaga.

martes, 26 de marzo de 2013

Te lo digo por tu bien

Siempre he sido muy partidaria del pensamiento "Cada cual que se desengañe por su propio ojo", por eso, me toca mucho los huevos la moral la gente que siempre intenta hacerte cambiar de opinión.

Que vale que sí, que entiendo que los consejos siempre te los dan "por tu bien" (que diría tu madre) pero siempre he pensado que cada uno debe errar de vez en cuando para saber de los sinsabores de la vida, porque por mucho que se empeñen los demás en que no suframos, es una parte fundamental en nuestro aprendizaje.

Personalmente, me he metido en berenjenales de los cuales he salido muy muy muy escaldada. ¿Y qué? Con esto ya sé que NO quiero eso para mi.

Sin embargo, si no me hubiera metido en ese berenjenal porque alguien me aconsejó que no lo hiciera, siempre viviría con la frustración de haberme quedado con las ganas y con el pensamiento de que quizá sí sería bueno para mi.

Además que esa frustración generaría un difícil olvido. Sobre todo en el plano sentimental. Supongo que a tod@s os ha pasado que cuanto más os intentaban convencer que esa persona no era buena para ti, más te obsesionabas con ella y más tiempo tardabas en olvidarl@, ¿verdad?

Por norma general los consejos y como he dicho más arriba, suelen ser "por nuestro bien", porque nosostros somos incapaces de ver el lado negativo de lo que nosotros pensamos que es ideal. Pero no siempre tiene que ser así.

¿Y quién nos ha dicho que somos nosotr@s quienes tenemos la razón y son los demás los que se equivocan?

Ese es el típico consejo de amiga cuando le dices que te gusta (por no decir que estás locamente enamorad@) alguien.

"Yo que tú no me fiaría" Es la frase recurrente. "Al final todos son hombres" Es una frase que he oído en más de una ocasión...

Sí, todos son hombres. Pero... normal, si soy heterosexual digo yo que me tienen que gustar los hombres, ¿no? Con sus defectos y sus virtudes, con lo bueno y con lo malo. Porque tod@s como personas tenemos cosas buenas y cosas malas.

Que esa es otra. ¿Como puede saber otra persona que alguien no me conviene cuando no sabe como es cuando está conmigo? Aparte que, ¿tan tont@ me crees como para no darme cuenta de las cosas?

Volvemos a lo mismo: "Te lo digo por tu bien".

Pues prefiero verlo yo sola. Porque además, no sé vosotr@s, pero yo, que soy muy de darle vueltas a la cabeza y si me empiezan a rayar con todo esto, me rayo yo y rayo al prójimo.

Por eso digo no. Prefiero desengañarme por mi propio ojo.

Si tenías razón te la daré y si no... alégrate por mi.

Feliz martes.

Pd: ¿Conocéis el refrán: "Consejos vendo, para mi no tengo"?


lunes, 25 de marzo de 2013

Tan sencillo como cambiar de champú

Pues sí. Resulta que ya no quiero cortarme el pelo. Y ya está.

Resulta que probé a pasar de mi superchampú "especial para cabellos secos-dañados-con-mechas" y probar el que compra mi madre "para-toda-la-familia" y pasar de tener un scocht-brite decolorado en la cabeza, a tener una melena suave y peinable.


Tan sencillo como eso. Cambiar de champú.

Porque si al final me hubiera cortado el pelo y hubiera continuado usando el mismo champú, mi descontento continuaría. Bueno, más bien rectifico, no continuaría, sino que se hubiera acrecentado porque además de gastarme la pasta en la pelu, tendría la sensación de que todos mis "esfuerzos" por conseguir la larga melena que tan orgullosamente poseo (ahora) los hubiera tirado por la taza del wc. Tendría el mismo pelo estropajoso, pero con la mitad de longitud y bastantes euros menos en la cartera. Y todo por no haber probado antes a cambiar de champú. Por no ver que el culpable de mi desgracia capilar era un champú que no era el adecuado para mi.

Y es que la mayoría de las veces nuestros problemas tienen soluciones mucho más sencillas de lo que a priori imaginamos. Y para encontrar esas soluciones tan sencillas lo primero que deberíamos hacer es observar a nuestro alrededor para ver si todo lo que tenemos es lo que realmente queremos y/o necesitamos.

El plan renove consiste más o menos en eso: Cambia lo que no te conviene y descarta lo que no necesitas.

Ahora falta ponerlo en práctica.

Tan sencillo como eso...

Feliz comienzo de semana.





martes, 19 de marzo de 2013

Si cuando digo que a mi me pasan cosas raras...

Creo que soy una especie de increíble caso de Benjamin Button, porque en vez de madurar, cuanto más tiempo pasa más me rejuvenezco. Antes pensaba que rejuvenecía solamente en edad mental (a estas alturas, creo que voy ya por los doce o trece años), pero resulta que también me estoy rejuveneciendo físicamente. Exceptuando los juanetes, claro.

Pues nada. Como ya sabéis ayer fui a graduarme la vista y a elegirme mis nuevas gafaspasta puesto que últimamente (hay que ver como me repito) notaba que veía menos que un gato de escayola.

Ante la pregunta: "¿He perdido mucho?" Me quedé muertamatá al tiempo que ojiplática perdida (nunca mejor dicho) cuando mi optometrista me confirmó que: "No has perdido, has recuperado casi una dioptría de la hipermetropía"

¿¿Mande??? ¿¿?? ¿¿??

Pues sí, cuando con la edad una se supone que tiene que perder visión, voy yo más chula que un ocho y recupero una dioptría. Si cuando digo que a mi me pasan cosas muy raras...

Y como soy chula y rara al mismo tiempo, me elegí yo solica mis gafas nuevas. Creo que era la primera vez en mi vida que me compraba algo de más de treinta euros sin llevar a nadie que me aconsejara. Porque además de entre otros muchísimos defectos que tengo, la indecisión es uno de ellos. Es lo que tiene ser una insegura patológica. 

Así que como estoy en plan renove ayer me hice una terapia de choque y fui capaz de gastarme trescientos euros en gafas sin la opinión de nadie.

Porque además de mis nuevas gafaspasta super-mega-molonas-ideales-de-la-muerte también me compré unas gafas de sol. Bueno unas gafas de sol no, LAS gafas de sol. El caso es que yo tenía que irme de la óptica con unas gafas puestas. 

Claro que...  cuando salí era de noche y ya no las estrené. Ea. Bueno, miento, las estrené en casa para hacerme una foto chachimolona y subirla al Instagram.

Por cierto, ayer fui otra vez a la Delegación de Industria y volví a ver a la mujer de la edad indefinida. Y sigo siendo incapaz de definirle la edad. Aunque casi que voy a empezar a decantarme por tirar por lo alto que por lo bajo.... Sois sabias chicas.

Otra cosa rara que me pasa últimamente es el como soy capaz de atraer y repeler a una velocidad supersónica. No sé como lo hago. Bueno sí, bueno, tengo una teoría: Doy una impresión equivocada. Y luego cuando la gente me conoce, la repelo. Debe ser eso.

O yo que sé... el caso es que a mi últimamente me pasan cosas muy raras...


Pd: No digo marcas porque después de gastarme trescientos pavos, aún encima les voy a hacer publicidad... venga hombre...






lunes, 18 de marzo de 2013

Si es que últimamente me pasan cosas muy raras

Y es por esas cosas y por alguna que otra más por lo que últimamente (hay que ver como me repito) ando un poco nerviosa. El tener el carácter ansioso es lo que tiene.

Últimamente (hay que ver como me repito) como me ha dado por hacerme la intelectual y como psicóloga frustrada que soy me estoy interesando bastante por la psicología emocional. Y me resulta bastante curioso a la par que llamativo, que al final todos llegan a una misma conclusión: 

"No nos enamoramos de quién queremos sino de quién creemos merecer".

¿De quién creemos merecer?

Interesante. Quizá eso despejaría muchas de mis dudas.  Porque como ser inseguro por naturaleza nunca me he creído merecedora de nada bueno ni bonito. Ea. Pues jódete espabila y a ver si aprendes de una puñetera vez que te mereces tanto o más que otr@s y sobre todo, aprende a verlo y valorarlo. 

Así que me estoy planteando hacer un tratamiento intensivo de Moralín 500 y mientras me pienso cuánta longitud de mi ya laaaaarga melena voy a cortar, me voy a cambiar las gafas.

Sí, después de tropecientosmillones de años, me voy a cambiar las gafas. Así que salvo cambio de planes inesperados o demás acontecimientos imprevistos, dentro de unos días me convertiré en gafapasta.

Para empezar no está mal, ¿no?

Feliz comienzo de semana.

 

domingo, 17 de marzo de 2013

Cuando me apetece cortarme el pelo

Es que tengo ganas de cambios.

Supongo que como todo el mundo... o quizá no.

A veces tengo la sensación que llevo treintayun años empezando de cero. Que no termino de encontrar mi sitio... Realmente no podría definir como soy ni que es lo que quiero, porque realmente no lo sé. De hecho, necesito que de vez en cuando otras personas me digan que es lo que opinan de mi para así realmente hacerme una idea de como soy.

Actualmente estoy en uno de esos momentos un poco decepcionantes. Porque creía que había encontrado ese sitio del que os hablaba antes y que por fin había descubierto mi verdadero yo. Y como siempre creo que me he vuelto a equivocar.

Por eso me apetece cortarme el pelo. Para empezar otra vez de cero. Empecé de cero hace unos meses y me cambié el peinado por enésima vez.

El problema es que no sé que peinado quiero haceme. Ni por donde buscar mi sitio.

Reflexiones superprofundas de domingo por la tarde.

jueves, 14 de marzo de 2013

Polémicas

Ayer me comentasteis en la entrada de la etiquetita de marras, que es posible que las bloggers hagan de vez en cuando ese tipo de "pifias" a conciencia para crear polémicas y con ello, obtener más visitas y comentarios que, obviamente, repercuten beneficiosamente para ell@s.

Pues es verdad. 

Que pava soy que no lo había pensado... 

La verdad es que como yo nunca he tenido al blog como algo con lo que sacar beneficios, sino como un hobby, pues esas cosas ni se me pasan por la cabeza.

Gracias al blog, lo único que he conseguido (materialmente, se entiende) es un broche que me tocó en un sorteo y una vez que me regalaron un juguete erótico por hablar de la marca en cuestión. Lo hice porque me hizo mucha gracia que una marca de juguetes eróticos se fijara en mi para tal menester. Aunque luego me enteré que se lo habían propuesto hasta al Tato. Después me han seguido proponiendo hablar de marcas... pero, qué queréis que os diga, ese no es mi rollo. Decliné las invitaciones y claro, ahora ya nadie me propone nada jajaja. 

Pues eso, que me parece ¿mal? no mal sino ¿raro? no sé... que la gente se sirva de polémicas para su beneficio. Porque yo soy la persona menos polémica del mundo... básicamente porque soy muy nerviosa y las polémicas me afectan hasta el punto de ponerme mala. Así que si yo misma provocara que medio España o medio mundo se ria de mi sólo con el objeto de obtener más visitas me parece.... pfffff eso, de tener muy pocos escrúpulos.

Claro que, para hacer tal cosa supongo que es que obtendrán muy buenos beneficios, ¿no? 

Algunas veces me miro a mi como ¿blogger? y miro a otr@s que empezaron al mismo tiempo o incluso después que yo y veo donde estoy yo y donde están (algunas de) ellas. Que empiezas así a lo tonto a lo tonto, que una fotito por aquí, un comentario por acá y en cuestión de unos meses estás tomando café con un diseñador, colaborando para una revista o saliendo por la tele.

Y por un lado me da "envidia" y por otro todo lo contrario. Porque obviamente, esos rollos molan, por supuesto. Mejor que te inviten a una fiesta superchachi o al front row de Cibeles que no estar el sábado en mi casa fregando los azulejos del baño. Pero... no sé hasta que punto hubiera sido capaz de meterme en esa espiral. Porque al fin y al cabo, esas bloggers están metidas en una espiral, en un círculo vicioso del cual debe ser jodido salir.

Como una droga, supongo (salvando millonésimamente las distancias, por supuesto). Que al principio empiezas "por probar", hasta que no vives nada más que por y para el blog. Y luego... ¿qué? Cuando ya no molas, cuando estás muy vista, cuando la gente se cansa y se va a visitar otros blogs, ¿qué? 

¿Salir de ese rollo? ¡¡Nooooo!!! Nadie quiere. Pero para permanecer en la "casa del gran blogger" tienes que seguir obteniendo los resultados de antaño en cuanto a visitar y comentarios.

¿Como lo hacemos?

Inventándonos polémicas.

Y vuelta a empezar...

Y hasta aquí mi reflexión superprofunda de hoy.

Reflexión, ¿eh?

Feliz jueves.

miércoles, 13 de marzo de 2013

¿En serio?

Desde hace unos días se comenta mucho en los blogs de modelitos sobre las "famosas" bloggers que un día tuvieron la maravillosa idea de hacerse fotos con sus ropajes sin percatarse que se veía la etiqueta.

Y yo me pregunto... ¿en serio?

¿¿De verdad que todavía queda alguien sobre la faz de la Tierra que no sepa que las bloggers compran ropa para la foto y luego la devuelven??

Alucino pepinillos. Yo no sé si es porque llevo ya mucho tiempo en el mundillo este o por qué, pero eso se sabe desde el Pleistoceno. Y alucino todavía más con que todavía haya alguien que se crea que las bloggers de modelitos de verdad tienen capacidad (económica y en sus armarios) para acumular esas toneladas de ropa y complementos.

Vamos... y ahora diréis que tampoco sabéis que los ropajes de segunda mano que venden son los que les regalan los chinorris y que no pretenden hacer negocio de algo que a ellas no les ha costado un duro. Venga hombre.

Y no sigo más porque aparte que no tengo ganas, tampoco me apetece que venga nadie a decirme a estas alturas que lo que tengo es "hembidia".

Buen miércoles (otra vez)

Pd: Por enésima vez este invierno llevo puesto el jersey blanco, los vaqueros oscuros y las botas de ante marrón. Sí, las botas de ante marrón las llevo prácticamente todos los días mientras no suba la temperatura a  valores de dos cifras.


El grupo del WathsApp

Pues sí.

Mis compañeros tuvieron la fabulosa idea de crear un grupo de WathsApp para comunicarse entre ellos. Bueno, entre ellos no, entre nosotros, que yo también cuento.

Por un lado está bien, porque sí, porque en vez de llamar y que estén fuera de cobertura, el "esto no es mío, llama al otro", "ahora no puedo hablar" y demás etcéteras, dejas el mensajito ahí colgado en el universo internáutico y ya lo leerán cuando les de la gana.

¿Qué pasa? Que cuando se lían a discutir entre ellos por asuntos que sólo les atañen a ellos....... (¿donde está el icono de la cara enfadada echando humo por la nariz cuando se le necesita?) ...... pues eso, que me toca mucho los huevos la moral, que mi móvil, perdón smarthphone (léase con tono entendido, es que como lo tengo hace poco aún me flipo) esté todo un día-tarde con el ti-to-ti (se entiende que es el pitido ¿no?) y yo, que como os contaba ayer últimamente no tengo mucho contacto con el mundo exterior, me emociono pensando que es alguien proponiéndome un plan chachiguay y no: vuelven a ser ellos y sus discusiones técnicas.

Bueno, aunque eso no sólo pasa con los grupos del trabajo. Con los grupos en general.

Por fortuna, sólo estoy en tres grupos de WathsApp: el de mis amigas, el de las compañeras del aeróbic y el de los compañeros de trabajo.

El de las amigas lo solemos utilizar para quedar y para enviarnos fotos guarrindongas de tíos medio en bolingas (como todo el mundo, vamos) y el del trabajo ya os lo he contado.

Con el grupo de las compañeras del aeróbic me pasa lo mismo que con el de los compañeros de trabajo, pero a partir de las once de la noche y con fotos y vídeos chorras. Bueno, realmente la sucesión de fotos y vídeos chorras es una constante durante todo el día, pero es a partir de las once de la noche que ya por fin me siento a descansar en casa, cuando el ti-to-ti comienza, yo me emociono pensando que es alguien proponiéndome un plan chachiguay y no: es otra foto o vídeo chorra.

Y así todos los días....

Pero... ¿a qué no soy la única?

Venga... contad lo de vuestros grupos del WathsApp.

Feliz miércoles.

martes, 12 de marzo de 2013

Últimamente

Últimamente noto que estoy un poco moñas, por lo que escribo entradas moñas y no me gusta, porque parece que soy una moñas perpetua y eso no es así. Tengo mis días moñas como todo el mundo. O mejor dicho, como todas en ciertos días.

Pero es que últimamente no me ha ocurrido nada interesante para poder contarlo.

Últimamente no he salido mucho ni he tenido que hacer recados fuera de la oficina, por lo que vivo aislada del mundo exterior sin más contacto que la radio e internet.

Pero es que últimamente los blogs de moda en general y de modelitos en particular me dan muchísima pereza, por lo que últimamente no me apetece demasiado criticar a nadie. También puede ser que como además de perezosa estoy un poco moñas, mi yo malvado lo tengo agazapado (toma rima).

También hace días que no hablo con el muso, que como su propio nombre indica, es quién me inspiraba las entradas últimamente. Tendré que llamarle, por lo menos que tenga algo de lo que escribir.

Supongo que mi estado apático se debe a que el invierno se me está haciendo demasiado largo. Y es que cuando llegan estas alturas de invierno todos los días son el día de la marmota. Misma rutina, mismo recorrido, mismas caras (o ninguna, porque hay días que exceptuando a mis padres y a mi perro no veo a nadie más) y misma ropa. Hoy me he puesto el jersey rosa, los pantalones granates y las botas de ante marrón por enésima vez este invierno. Qué aburrimiento Señor.

Y es que últimamente no me compro ropa. Para qué, ¿para tenerla colgada en el armario hasta que deje de helar?

Debo de estar cambiando. Me hago mayor. Dios mío, que horror.

Para que me diga mi madre: "Hija mía, hace ya tiempo que no te compras zapatos." Eso es que estoy grave.

Ahora que lo pienso... ¿Mi madre mide mi estado anímico a razón de la ropa-zapatos-complementos que me compro? ¿¿?? ¿¿?? Qué puñeteras son las madres.... Y que bien nos conocen.

Pues nada, tendré que hacerle caso e ir a comprarme algo, a ver si se me pasa la moñería.

Feliz martes! (aunque ya le queda poco)


lunes, 11 de marzo de 2013

Llorar de emoción

"Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría"


Las frases del día de mi agenda me inspiran mucho, no lo voy a negar. Y esta es una de mis preferidas.

Y es que estoy totalmente de acuerdo con que el placer está tan cerca del dolor que muchas veces es inevitable llorar. Pero en lo que no estoy de acuerdo es lo de llorar de alegría, porque para mi, muchas veces el placer es el causante de muchos llantos, pero de dolor, no de alegría.

Podría hablar de las veces que he llorado por amor. O más bien por desamor. O por amores que quise y nunca tuve. 

Pero hoy no quiero hablar de eso. 

Hoy quiero hablaros de lo que se podría denominar como "mi llanto preferido": El de emoción.

He intentado recordar si alguna vez he llorado de alegría sin resultados. Porque a mi la alegría no me hace llorar, todo lo contrario. La emoción sí.

Mi recuerdo reciente más emocionante, fue sin duda, el momento que vi a mi sobrina por primera vez apenas unos minutos después de nacer. Una emoción inexplicable, indescriptible. Es increíble como después de tener tantos meses de "preparación" y llevar tantos días esperándola (porque mira que se hizo rogar la enana) iba a emocionarme tanto cuando la viera. Lloré como una magdalena. Durante horas. 

Dentro de mis acontecimientos recientes, insisto en que ese ha sido el más emocionante.

Aunque hay momentos que, aparentemente para otr@s no tiene ninguna imporancia, pero son capaces de hacerme llorar. El sentirme querida.

Es cierto. Si hay algo que me emociona es saber que hay alguien a quién le importo y me lo demuestra.

Uno de los recuerdos que guardo con más cariño fue cuando mi exnovio me dijo que para él fue muy importante conocer a mi familia. Ya veis que tontería. Pero lloré, y no sabéis como. Porque creo que esa fue la primera vez que me supe querida por una pareja. Porque yo no sabía lo que era eso.

Ahora es cuando vais a pensar que estoy loca de remate porque una vez lloré cuando mi madre me compró un guante de crin. (Venga, a reirse todo el mundo). Le había comentado varias semanas (por no decir meses) atrás en una de esas conversaciones sin importancia madre-hija que me quería comprar uno. Luego lo fui dejando, lo fui dejando... hasta que un día que llegué a medio día a comer a casa mi madre me lo dio. Lloré por la emoción que me supuso el que mi madre se acordara de semejante tontería. Que se acordara de esa conversación intrascendente y por querer complacerme con el detalle. 

Ya os he contado que soy una persona detallista. Supongo que me emociona que tengan ese tipo de detalles conmigo, porque como yo los preparo con tanta ilusión, el saber que yo le puedo despertar ilusión a otra persona... me hace llorar.

La última vez que se me ha escapado una lagrimita de emoción fue ayer mismamente. Mi hermana me contó que había soñado con su hija y conmigo. Y que yo era su hija y al mismo tiempo su hermana. "Porque a las dos os tengo en el mismo nivel", me dijo.

El que mi hermana me diga que para ella soy tan importante como su propia hija... me emociona... y me hace llorar.

Feliz comienzo de semana.




viernes, 8 de marzo de 2013

Viernes, cinco de la tarde

Y un tiempo estupendo...

¿Sabéis que es lo que me gustaría?

Que en el momento que llegaran las siete de la tarde y saliera de la oficina, coger la bolsa de viaje, montarme en el coche e irme por ahí a perderme el fin de semana.

¡QUÉ GANAS TENGO!

Que yo no pido mucho... Que yo con irme a una casa de pueblo me conformo... Que con que haya un poco de campo para pasear un rato ya soy feliz...

Entre unas cosas y otras llevo ya un año y medio sin viajar. Y lo echo muchísimo de menos. De hecho, creo que es lo que más echo de menos desde que no tengo novio, las escapadas de fin de semana. Bueno, las vacaciones en general... Porque el verano pasado, con esto de estar en paro (que no tenía novio, pero tenía amigas) tampoco me fui a ningún sitio. Vamos, que se me va a olvidar lo que es una playa... y una montaña... y estar más de dos horas dentro del coche.

Pues eso. Que es viernes, son las cinco y pico de la tarde, y cuando salga de aquí... me iré a mi casa.

Y punto.

Feliz fin de semana.





jueves, 7 de marzo de 2013

¿Por qué lo llaman amor cuando quiere decir dopamina?

El impulso sexual es diferente del amor romántico y es diferente del afecto. También creo que han evolucionado por razones diferentes. El impulso sexual evolucionó para que saliéramos a buscar a nuestras parejas. Creo que el amor romántico es el impulso verdadero, porque emana de este cerebro primitivo y es más fuerte que el impulso sexual. Cuando estamos locamente enamorados, queremos irnos a la cama con nuestra pareja, pero lo que realmente queremos es que nos llame por teléfono, que nos invite a cenar, y se crea una unión emocional. De hecho, una de las características principales del amor romántico es el deseo de contacto sexual… y de exclusividad sexual. Cuando nos acostamos con alguien y no lo amamos, no nos importa realmente si también se acuesta con otros. Pero cuando nos enamoramos, pasamos a ser realmente posesivos. En la comunidad científica lo llamamos ”vigilancia de la pareja”. El amor romántico es muy peligroso. Lleva consigo una gran felicidad y una gran tristeza. Cuando se nos rechaza estando enamorados, hay personas que pueden matarse, o matar a otra persona.




Uyuyuyuyyyyyy...

No sé vosotros, pero yo es que veo estas cosas y me asusto.

Que resulta que todo lo que antes llamábamos amor, ahora resulta que es el mecanismo cerebral por el cual consideramos que hemos conocido al individuo idóneo para perpetuar nuestro ADN y empezamos a generar dopamina, que como su propio nombre indica, nos deja "dopados" perdidos y se nos va la olla.

Se nos va la olla hasta el punto de no vivir nada más que para agradar al otro. Nos ponemos guap@s para él/ella, cambiamos hábitos, gustos y no conformes con eso, cuantas más dificultades encontramos, más dopamina generamos, por lo que más nos empeñaremos en conseguir el "amor" de esa persona.

Ahora lo entiendo todo.

Porque cuanto menos caso nos hace la persona "amada" (entrecomillo porque el amar para mi ya no será lo mismo) más deseamos conseguirla. He a aquí la cuestión. Ni las tías somos tontas, ni los tíos son unos cabr**es (y viceversa), es sólo que nos estimula más el síndrome Romeo y Julieta.

Y no contentos con eso, cuando conseguimos estar con la persona "amada", nos volvemos zumbados perdidos, locos, posesivos y extremistas sentimentales.

Después de todo esto, prefiero ser un ser hormonalmente nulo. No quiero ni oxitocina, ni dopamina ni nada que termine en -ina.

Prefiero ser una persona cabal y no sufrir, aunque esté emocionalmente vacía y no perpetúe mi ADN en futuros venideros.

Aunque... haga lo que haga... la química es la química y no se puede luchar contra natura.

Buen jueves.



miércoles, 6 de marzo de 2013

Necesito un chute de buenrollismo

No lo puedo evitar. Me encanta ver a la gente feliz.

Y es que después de tanto de sufrí, de padecé, tanto mal rollo, tanto mal cuerpo, tanto drama y tanto dolor de corazón una terminar por hartarse y necesitar un chute de buenrollismo.

Esto lo digo porque vengo de darme una vuelta por mi blogroll. Y no, todos los que tengo no son de modelitos a los que criticar. Vengo de blogs, con fotos sí (que me parece a mi que la única que no pone fotos soy yo y por cabezonería) pero que transmiten mucho más que superficialidad y frivolidad. Transmiten energía, alegría y felicidad.

Y es que como decía antes, me encanta ver a la gente contenta. Y también puede ser que sea porque veo reflejadas (con más o menos realidad, la que los autores quieran mostrar) la vida que a mi me gustaría tener.

Bueno, más que la vida que me gustaría tener, el ver algunas situaciones que a mi me gustaría vivir.

Obviamente en los blogs siempre se muestra lo mejor de cada casa. Contamos lo felices que somos con la pareja, con nuestro pisito nuevo supermoderno, con nuestro trabajo supercool y varios etcéteras más.

Y es por eso por lo que mola.

Porque a nadie le apetece leer que has discutido con el marido, o que el tío que te gusta no te hace ni caso, que te ves negr@ para pagar el alquiler/hipoteca de tu pisito o que no enseñas la micrococina o cuarto de baño sin reformar porque no tienes un duro, o que en tu trabajo supercool llevan dos meses sin pagarte.

O quizá sí sean así de felices de verdad...

O quizá quiero pensar que no para reconfortarme.

Sea como fuere, me encantan los blogs de vidas ajenas superchachis.

Buen miércoles (otra vez)



El increíble caso de la mujer de la edad indefinida

Está el increíble caso de Benjamin Button, el increíble caso de Ana Obregón, el increíble caso de Lola Ciccone (la hija de Madonna), el increíble caso del Pepe, un excompañero de trabajo de mis años mozos y el increíble caso del Kiko, un tío que conozco de mis tiempos de motera.

Todos ellos casos de personas con edad indefinida.

Siempre he sido muy partidaria de ser consecuente con la edad se tiene y no pretender ir de viejo cuando se es joven ni ir de joven cuando se es viejo. Es más, me parece ridículo pretender ser algo que no eres, en la edad y en cualquier ámbito de la vida.

Pero el increíble caso que me he encontrado hoy, sería incapaz de englobarlo dentro de mis modelos de edad indefinida, porque realmente soy incapaz de determinar qué edad tenía esta mujer.

Ha sido hoy, en una de mis habituales visitas a la Delegación de Industria cuando, mientras estaba siendo atendida por una de mis amigas las funcionarias (que la funcionaria en cuestión también podría ser un caso de mujer de edad indefinida en la categoría Ana Obregón), cuando ha venido a la mesa una chica-mujer a traer unos papeles.

Digo chica-mujer, porque no sé si era chica o era mujer. Osea, que perfectamente podría haber sido una becaria que una veterana.

Increíble.

Tipo de Barbie, voz de pito, vaqueros superskinny, botas altas de cuña y melena rubia platino con flequillo. La descripción de cualquier universitaria, vamos.

Pero cuando me he girado y le he visto la cara... juraría que aparentaba los cuarenta bien pasados.

Ojiplática me he quedado.

Y todavía sigo intentando asimilar si esa chica-mujer era una cuarentañera con el síndrome Ana Obregón o una veinteañera con el cutis mal cuidado.

Mañana que tengo que volver a ir a la Delegación de Industria la buscaré y analizaré. No me puedo quedar con este sinvivir.

¿Conocéis algún caso de persona de edad indefinida?


Feliz miércoles.


martes, 5 de marzo de 2013

Opiniones del muso

Muso: Un par de kilos no te vendrían mal.

Yo: Pues no.

Muso: Estás delgadita.

Yo: ¿Pero delgadita sin más o delgadita a nivel asquete?

Muso: Delgadita sin más.

Yo: Pues que quieres que te diga, a mi me gusta mi cuerpo. Más que nada porque estoy orgullosa de que se me note el deporte.

Muso: Y a mi también me gusta...

¿¿Entonces en qué quedamos??

Feliz martes.

Pd: El muso es muso por todas estas cosas.

lunes, 4 de marzo de 2013

Señores de New Balance:

Ya que veo que están regalando zapatillas a todas las propietarias de blogs de modelitos patrios, les agradecería si tuvieran a bien de regalarme un par.

Sí, sí, que ya sé que no cumplo los requisitos de visitas, comentarios, fotos bla bla bla... pero ¡¡¡me harían taaaaaan feliiiiiizzzz!!!

Porfi porfi porfi porfi porfi.... :)))

Prometo que si me las envían haré un montón de fotos y de poses y prometo decir que me las he comprado yo. Palabrita del Jesus Child.

Grasssiassssss!!!!

Pd: Uso un 38 de pie.


El muso se empeña en abrirme el sobre del ketchup

Y se extraña que le diga que no, que si no puedo ya se lo paso.

Y él me dice que como las mujeres "nos empeñamos en ser tan independientes".

Y yo le digo que si supiera que tendría constantemente a un hombre que me hiciera las cosas, delegaría, pero como resulta que no, prefiero hacerlo yo todo. Que si mañana (osea hoy) volviera sola a comer al Burrikín y no estuviera él para abrirme el sobre del ketchup, ¿a quién se lo pido?

Y el muso me dice que se lo pida a cualquier otro tío que haya por ahí.

Y yo le digo: "Muso, nadie me abre el ketchup como tu".

Pues eso, que la caballerosidad está un poco, bastante, mucho, totalmente pasada de moda.

Probablemente ahora, señores que leáis esto ahora mismo, os escandalicéis cuando diga que hoy en día los hombres, bien por educación, por desdén, por la sociedad en la que vivimos o porque nosotras las mujeres lo """"hemos permitido"""" (entrecomillo mucho, eh) no os comportáis como los caballeros "de antes". Caballeros de los de ir a recogerte siempre a casa, acompañarte hasta la puerta, abrirte las ídem, no dejar que pagues la cuenta y echarte la mano a la cintura.

Probablemente ahora, señoras que leáis esto ahora mismo, os escandalicéis cuando diga que, dentro de mi "independentismo" me gusta que un hombre me trate así, porque me tacharéis de machista.

No soy machista.

Pero tampoco feminista.

No quiero que un hombre me lo haga todo ni tampoco aspiro a quedarme en casa con la pata quebrada y dedicarme la vida a parir hijos de mi esposo-dueño.

Pero lo que es cierto es que sí aspiro a compartir mi vida con un caballero que me haga sentir querida y protegida. Un caballero andante, de los de antes.

Pero en versión 2.0, claro. Y que sólo me abra el sobre del ketchup cuando yo no pueda, o no quiera abrirlo.

Buen lunes.


domingo, 3 de marzo de 2013

Llamadme superficial

¡¡SUPERFICIAL!!

Vale, vale. Que no era cuestión que os lo tomarais al pie de la letra... joé.

Lo que decía, llamadme superficial, pero si hay algo que echo bastante de menos desde que no trabajo de comercial, es no tener la obligación de vestirme de comercial.

Ea. Ya lo he dicho.

Ahora me doy cuenta lo que influyó en mi, en mi carácter, en mi forma de ser, de hablar, de tratar a la gente y sobre todo en mi estilo, los años que trabajé como comercial.

Me pensaba yo que no. Pero sí. 

Que si recordáis mis inicios como eb cuando ponía fotos y todo eso, yo era muy de ir a trabajar en vaqueros y zapatillas (os recuerdo que entonces era una alegre veinteañera) porque la verdad, para estar de administrativo en la oficina, tampoco necesitaba más. Vestía más arriesgada, más moderna, más sin vergüenza por decirlo de algún modo.

Pero cuando cambié de puesto y empecé a visitar clientes me di cuenta que tenía que cuidar más mi imagen. Que era muy importante dar una imagen joven y moderna, pero también seria y formal. Y lo conseguí. Y sin tener que recurrir a los famosos uniformes workingwoman que salen en los editoriales de las revistas que vienen siendo faldas de jefaguarrona y camisas de enseñar el entreteto.

Comercial, a mi estilo.

La cuestión es que me acostumbré a ese estilo y tengo todo el armario adecuado para ello. Y ahora que no trabajo de comercial, me sigo comprando ropa de comercial. Ea.

Por eso, ahora que vuelvo a ser una administrativa monda y pelonda que no salgo de la oficina nada más que cuando tengo que ir a ver a mis amigas las funcionarias de la Delegación de Industria y, por lo tanto, no tengo la obligación de vestirme de comercial, me deprimo. Aparte decir que en la oficina estoy sola sola solísima y no me ve nadie aquí salvo cuando vienen mis compañeros a coger alguna pieza del almacén y se vuelven a ir y a mi compañero-jefe, que ese viste de Carolina Herrera de los pies a la cabeza y por eso él va en azúcar. 

Porque ahora me doy cuenta de lo que me molaba vestirme pensando en qué cliente tenía que ir a visitar, porque dependiendo de si era joven o mayor, si la empresa era de un sector u otro, si era más grande o más pequeña, pues así me vestía. 

Que recuerdos :(

Pero bueno, voy a dejarme de gilipolleces y nostalgias idiotas que bastante es que tengo trabajo y no me paso el día en chándal como hacía mientras estuve en paro, que eso era más jodido. 

Desde luego.... la cuestión es quejarse. Bah!

Feliz comienzo de semana.


viernes, 1 de marzo de 2013

Es que le he cogido cariño

Al blog.

Iba a empezar esta entrada diciendo que yupi yupi por fin estamos en marzo, que odio febrero, que menos mal que ya terminó que tal que si cual bla bla bla.

Es que después de casi seis años de blog a una se le acaban los argumentos y resulta que siempre que ha llegado tal día como hoy he posteado lo mismo, que yupi yupi que por fin estamos en marzo, que odio febrero, que menos mal que ya terminó que si tal que si cual bla bla bla.

Después de varios meses sin publicar nada ya sabéis que hice propósito de volver, de no dejar esto abandonado y todo eso que he dicho ya tropecientos millones de veces. De hecho, esta entrada sería el enésimo dejavu. Así por encima creo que habrá así como diez o doce entradas iguales en todo el recorrido del blog.

Como buena virgo, soy realista. Y como buena realista, veo que mi vida como bloguera está más acabada que el frasco de Halloween que tengo en el tocador.

Y mirad que he intentado reinventarme. Yo es que soy muy fan de la gente que se reinventa a si misma. Hay que ser consecuente y si estás caducado, reinvéntate.

Después de casi seis años, me he sentido caducada infinidad de veces. Porque no me gusta de estar siempre haciendo lo mismo. Me cansé de ser eb. ¿Por qué? No sé, supongo que por la edad. Igual que me canso de usar siempre la misma barra de labios o del mismo corte de pelo. ¿Acaso es que vosotr@s pensáis igual que hace seis años? ¿Sí? Pues yo no. Creo que de los veintiséis a los treinta y uno se evoluciona.

Para mi el blog es una forma de expresión, de liberar mi creatividad, al igual que la fotografía, el dibujo, incluso el maquillaje, el baile o el aeróbic. Porque que no ponga fotos en el blog no significa que no me gusten. De hecho, en facebook e instagram estoy constantemente subiendo fotos. Mías y de otr@s, de lo que me encuentro por la calle y de todo lo que me llama la atención.

Pero cuando yo misma me he puesto tantas limitaciones a la hora de escribir se me hace bastante difícil poder actualizar. Porque podría hablar de muchas cosas. Podría hablar de mi familia, de mis amigos, del amor (de mi amor), de mis ideas, ideologías, de opiniones personales... Pero prefiero no hacerlo porque por suerte o por desgracia hay mucha más gente conocida que lee el blog y que sé que se puede dar por aludida ante cualquier comentario que pueda hacer, aparte que no creo que a cualquier desconocido le importe mi vida personal. Y no tengo que decir que, entre otras cosas, que después que no tengo por qué contarle mi vida privada a alguien que no conozco de nada, me repatea mucho la moral que esos desconocidos me critiquen.

¿Si no me conoces de nada por qué me criticas? Y si me conoces, ¿por qué no me lo dices a la cara?

Y volviendo a lo de los aludidos. Que conste en acta que esta entrada no la estoy escribiendo en alusión a nadie, es tan solo una reflexión.

Así que después de las limitaciones autoimpuestas, sólo espero que me venga la inspiración para escribir algo que no sea demasiado personal pero al mismo tiempo interesante, con el que tod@s nos podamos identificar, que sea gracioso, que sea entretenido y que no sea pesado de leer. Que os de que reflexionar superprofundamente a tod@s, que os den ganas de opinar, de comentar, de participar y de volver a entrar en esta humilde casa.

Sé que eso es muy difícil y que lo más sencillo sería cerrar el blog. Pero qué le voy a hacer, después de casi seis años... le he cogido cariño.

Feliz fin de semana.

Pd: Se aceptan ideas.