No recordaba lo bien que sienta el tener tres días seguidos sin tener que trabajar. Tener MI cama para mi sola (de noventa, pero para mi gozo y despatarre total y absoluto) y levantarme cuando a MI me ha salido de la real gana.
La verdad es que cuando una es de natural madrugadora, el levantarse a las nueve y media es ser muy camastrona, como diría aquel.
Estos días no he hecho nada emocionante, es más, a quién se lo cuente pensará que tengo una vida de mierda. Probablemente lo sea, pero a mi es lo que me apetece en este momento, para qué lo voy a negar.
Estos días he aprovechado para pasear con mi Café más aún de lo que ya paseo. Hemos recorrido kilómetros paseando a primera hora de la mañana con el césped lleno de escarcha. A Café le encanta revolcarse en la escarcha, y a mi me encanta ver como lo hace. Supongo que esa sensación será lo que más se aproxime en mi vida al "amor de madre". O quizá no. Pero eso me hace feliz.
He pasado los tres días prácticamente sin quitarme el chándal. Choni total. Pero ¿y qué? Ya tengo mis jornadas laborales para ponerme de punta en blanco.
Los Reyes Magos se han portado muy bien conmigo, debo de ser buena nena. Bueno, sé que soy buena nena (baja modesto que voy p'arriba) y quizá eso le moleste a alguien y por eso prefiera alejarse de mi lado. Ese es su problema, no el mío, soy como soy y a quién no le guste que llore un rato. Yo he decidido este año que no voy a llorar más, a no ser que sea de risa o de emoción, que en ese caso sí quiero llorar mucho, hasta que me duela la barriga.
Como decía, los Reyes Magos me han traído como siempre muchas cosas que no necesito pero que siempre es agradable recibir: mi perfume favorito, un vestido, un jersey-vestido, una pulsera con cuentas de cuarzo rosa, un reloj azul eléctrico, una cartera de plasti-piel de serpiente, ropa interior, LOS pendientes (digo LOS porque los tenía vistos desde hacía varios meses y me ha hecho una ilusión tremenda recibirlos en Reyes) de plata estilo antiguo, un chaleco de pelo (sintético por supuesto) que tenía unas ganas locas de tener; dos cinturones, uno finito con lazo que han salido en mil blogs y otro ancho para poner a la cadera; un estuche de maquillaje, la máscara de pestañas "architect" que casi me puedo peinar el flequillo con una caidita de ojos y si no se me olvida nada más, un par de botines planos estilo oxford.
Ayer estuve hablando un rato con mi amigo David por el feisbuc, y cuando le conté lo que me habían traído los Reyes se soprendió de que SÓLO me hubieran traído un par de zapatos, que él pensaba que tendría montones.
Como le dije a él, aunque resulte raro, no soy precisamente ninguna loca obsesiva de los zapatos y los bolsos. Es más, para mi opinión, creo que tengo muchos más zapatos de los que realmente necesito, teniendo en cuenta que al final siempre me pongo los mismos. Probablemente no tenga muchos más zapatos de los que pueda tener un chico, de hecho, creo que mi hermano mismamente tiene más calzado que yo.
Pero bueno, allá cada cual con sus aficiones y que cada uno se gaste los posibles en lo que le de la gana.
Pensándolo fríamente, creo que en lo que más dinero me gasto en mi vida es en gasoil. Siempre que voy al surtidor y saco la tarjeta para pagar le digo lo mismo al gasolinero de turno: "Anda que... me gasto en gasoil lo que no me gasto en unos zapatos..." Pero realmente es así, a sesentaypico cada vez que lleno el depósito, teniendo en cuenta que lo lleno al menos un par de veces al mes... pues eso. Aunque también... creo que unos lobutines de esos probablemente cuesten más que un par de depósitos de gasoil, ¿no?. Oye, pues mira que reconfortada me acabo de quedar... Que otras por ahí llenan sus depósitos y además se compran lobutines.
Definitivamente soy tacaña.
Ayer precisamente me fui un ratito a las rebajas. Al cortinglés que es lo que más cerca pilla de mi casa teniendo en cuenta que era domingo y eran ya más de las siete de la tarde. Por si os preguntáis si es que no tuve tiempo el resto del fin de semana ya os contesto: NO, no lo tuve.
El cortinglés estaba lleno de farfolla y de paletos que se creen modernos y pijos porque van al cortinglés.
Como el el fondo soy una faschionvictim, iba buscando un pantalón pitillo color granate, que es lo que se lleva ahora como el tractor amarillo, y que ya había intentado encontrar en Amancio's Imperio. Imposible. Y yo me pregunto... ¿las muchachitas de los blogs de donde narices se los han comprado? ¿¿??
Lo único que había en cortinglés (en la planta joven, qué ironía) eran una suerte de pantalón de madre de pana acampanados, horrorosos como ellos solos y aún encima más caros que una mortaja. Y eso son rebajas... tócate los huev*s. Pero claro, para mi, ser tacaño donde los haya, que en rebajas me quieran sacar más de treinta euros por unos pantalones de los que se llevaban en tiempos de "al salir de clase", pues como que no.
Ayer también mi Cafetillo cumplió dos añitos. Con su tarta, su vela y cumpleaños feliz y su foto correspondiente. Seguramente habrá alguien que piense que estoy medio colgada o colgada entera por hacerle una "fiesta" de cumpleaños a un perro. Quién lo piense no sabe el amor y la compañía que te da y le das a un animal.
¿La nota negativa del fin de semana? El susto del sábado. Mi madre se puso mala repentinamente con una especie de cólico o algo así... Menos mal que todo quedó en un susto y como no hay mal que por bien no venga, pude pasar la tarde en casa de mi hermana viendo "desayuno con diamantes", que es muy fan.
Por cierto, le pedí a los Reyes para ella la novela "Desayuno en Tifanny's", la original, la de Truman Capote para que tuviera el referente donde comparar la realidad de la protagonista, con el edulcorado argumento de la película. Si sois fans de la película y unas románticas empedernidas NO os recomiendo que leáis el libro, se os puede caer un mito.
¿Y qué más.....?
Ah sí. Que mañana POR FIN vuelvo a mis clases de aeróbic. ¡¡Qué ganas!! Ayer precisamente mientras desmontaba la decoración navideña me puse la máxima fm esa a toda leche porque tenía mono de música dance... jajaja!! ¡¡Dios mío quiero mi steeeeeeeep!!!
Por cierto, no he engordado demasiado para el turrón de chocolate suchar que me he zampado. Sí, acabo de cometer la imprudencia de pesarme... pero la realidad hay que afrontarla así, sin miramientos... jajaja!!! Comienza de nuevo la operación deslorce, a ver si ahora con mejores resultados que en la de septiembre (eso espero). Porque sí. Porque pienso ponerme divinisisisisisima de la muerte y llevar una legión de fans besándome los piesssss... Es coña, sólo me conformo con mirarme al espejo y ver algo más que dos muslos enoooooormes. Sólo eso.
Y por lo demás no sé qué mas contar....
Aunque ahora que me doy cuenta.... tela marinera de parrafada que llevo soltada ya, ¿no? jajaja! Yo también me pregunto qué es lo que me ha llevado en este momento a contaros lo acontecido este fin de semana en mi vida superapasionante. Pero... ya que lo tengo escrito... no lo voy a borrar, ¿no? jaja!
Feliz comienzo de semana y sobre todo... ¡Feliz vuelta a la rutina!
Pd: Aunque hasta San Antón, Pascuas son.
Pd2: La entrada no tiene nombre porque, ¿acaso se lo podría poner alguno?