lunes, 9 de abril de 2012

Conclusiones

Suele pasar que después de nosecuanto tiempo sin actualizar el blog, una se sienta delante de la pantalla en blanco y no sabe que escribir...

Una virgo de libro como soy yo, que necesita de orden y rutinas, mi nueva situación no-laboral, sumado a las no-vacaciones de Semana Santa, ha hecho que merme mucho mi ¿inspiración?

Así que más o menos, con más o menos gracia os contaré lo que ha acontecido en estos mis primeros días de vida rara.

El lunes pasado fui a apuntarme al Sepecam (Inem), con mi certificado de empresa, mi curriculum y todas esas cosas y, después de tragarme la correspondiente cola (es lo que tiene la situación actual, que hay mucha gente que hace cola en estas oficinas), va la funcionaria de turno y me dice que no me puedo dar de alta como demandante de prestación por desempleo porque estaba "de vacaciones" hasta hoy. ¡Tócate los hue**s!

Así que tal cual llegué, me fui a comprar al Mercadona como hacen las marujas. Después llegué a casa y limpié los cristales de las ventanas del salón. Toda una novedad para mi hacer este tipo de cosas un lunes por la mañana y no un domingo de resaca.

Por la tarde me fui a ver la procesión infantil que hacen en mi barrio y depués envié un par de currículum. Lunes finiquitado.

El martes me fui con mi madre a Los Invasores (el mercadillo de los martes) a comprar bacalao y el resto de viandas de Semana Santa. Aparqué en la puerta del Bebé Center y después "echar un vistazo al escaparate a ver si tienen minicunas", salimos de allí con la minicuna para mi casa y la bañera-cambiador encargados y absolutamente fascinadas con el carrioche 'bugabú' (no voy a decir marcas si no me pagan eh? jaja). También compré un arrullo y un albornoz. Dios, me voy a convertir en una tía malcriadora y voy a convertir a mi sobrineta en una niña pija y repipi. Y me encanta.

Por cierto, mi sobri ya tiene nombre, se llamará Sara.

Ese mismo martes me llamaron para hacer una entrevista de trabajo, a la que tengo que ir mañana.

No quisiera hablar demasiado del tema por si se gafa, pero es que me haría una ilusión enorme empezar a trabajar en este sitio. Sólo os pido que me deseéis suerte.

Esta Semana Santa he visto más nazarenos que en los últimos cuatro años juntos... Ya se sabe, si la compañía no está por la labor... Pero bueno, me he resarcido.

El jueves por la tarde salí con una amiga y un amigo. Y quise matar al amigo.

Siempre he sido una ferviente defensora de las relaciones de amistad entre hombres y mujeres, pero parece ser que a muchos aún les falta muuuuuucho para entenderlo.

Resulta que mi amigo quedó con otros dos amigos. ¿Y? Pues si quedamos todos a tomar café COMO AMIGOS ¿por qué te pones en plan gallo de corral y no nos dejas ni decirle ni hola a los muchachos? Mi no entender.

Me parece muy fuerte... Escenitas de celos que no se los permitía ni al novio cuando tenía, se las voy a permitir a este que no tiene nada que ver conmigo.

Menos mal que este se fue a pasar el fin de semana a la playa.

El sábado volví a salir con esta amiga. Y esta vez se nos acoplaron unos amigos de ella. Pero como si no hubiera mundo porque me encontré con ÉL, el único y genuníno moreno de mis insomnios.

Y después de nosecuantos rones y un par de tequilas, alcancé el nivel etílico máximo en el cual una ya se vuelve poco menos que ridícula. Poco menos no, ridícula y punto. Nos rayamos ambos dos y nos pusimos a decir gilipolleces. Lo normal de un sábado, vamos.

Ayer domingo cada vez que me acordaba del momento post-tequila me daba una vergüenza que me quería morir. Bueno, morirme no, pero esconder la cabeza bajo tierra un rato sí.

Pero ya he hablado con el moreno de mis insomnios y como somos los dos igual de ridículos en los momentos post-tequila, vamos a hacer como que no nos acordamos.

Bonita historia de ¿amor? la nuestra.

Probablemente a estas alturas no os habréis enterado de la mitad de las cosas que he escrito. Es normal, porque creo que no sé ni yo misma lo que estoy escribiendo.

Pero es que estoy nerviosa por lo de mis entrevistas de trabajo. Por un lado, no quería parar de trabajar, pero por otro lado pienso... joder, si es que me voy a quedar sin vacaciones... jajaja!!

Os iba a decir que ya sé que mi vida es poco emocionante últimamente, pero es que no me acordaba que no os había contado que hace un par de sábados me fui de boda. Con el modelito de mi perfil del feisbuc. Monísima y cortísima.

Antes de llegar al Ayuntamiento ya llevaba un dedo sangrando porque me rozaron los zapatos. Los malditos zapatos que tengo ya dos años y nunca me habían rozado. Para que veáis. Tuve que ir a comprarme un paquete de tiritas a la droguería más cercana e ir cargando con ella toda la noche. Es lo que tiene ir sola a una boda, que no tienes a nadie que te lleve los objetos voluminosos en la chaqueta.

La novia se empeñó en que me fijara en su hermano, "¿has visto que guapo va?" Sí, sí, la verdad es que el chico iba guapo... vamos, que sí, para hacerle un favorcete no lo voy a negar... Pero tuve la puñetera desgracia que el típico "primo de Valencia" (en Albacete todos tenemos un primo valenciano) se tiró todo el baile y posterior discoteca tirándome los tejos... y todo lo que pillaba por enmedio. Y el pobre hermano de la novia miraba así como diciendo "pues vale". Y a mi que me estaba tocando ya un poco la moral el primo decidí sentarme en un rincón a beber (que para eso me había ido andando, para beberme todo el agua de Kentucky) y pasar de todo.

Volví a casa a las cinco y media de la madrugada, sola, sin poder dar un paso y cargada con el bolsito de mano, la cámara de fotos (que no usé), el paquete de tabaco, el regalo de la madrina (un monedero), el paquete de tiritas y un clavel azul que no sé quién me regaló, si el novio, el primo, el hermano o Perico el de los Palotes.

Pero llegué, que no es poco.

Conclusión de estas últimas dos semanas:

-Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana.
-Las tiritas hacen milagros.
-Una retirada a tiempo es mejor victoria.
-Paciencia es la madre de todas las ciencias.
-Si bebes, no conduzcas.
-Mejor sola, que mal acompañada.
-... seguro que después de publicar me salen más conclusiones.

Feliz comienzo de semana.

Pd: Espero publicar con más regularidad, lo prometo.