lunes, 15 de abril de 2013

Voy de tipa dura pero en el fondo soy de las que lloran en las bodas

Ya os he hablado en varias ocasiones de mi santa madre y sus frases lapidarias.

El otro día, en un arranque de honestidad brutal tan característico en las mujeres de mi familia (rasgo genético) me soltó:

"Hija mía: tu es que siempre has tenido muy mal gusto para los hombres"


Sí, me quedé con esa cara que te estás imaginando.

Después de recuperar el sentido y que la sangre volviera a regarme el cerebro después de semejante shock que, venido de una amiga lo puedes tolerar pero... que te lo diga tu madre ya jode, y bastante, pues que me dio que reflexionar superprofunamente. Eso fue el sábado por la noche y llevo reflexionando desde entonces.

Lo cierto es que me impactó. Bueno, no me impactó, no sé... es difícil describirlo. Es una sensación tan de: "¿Y qué coño he estado haciendo yo toda mi vida? ¡Si hasta mi madre lo ha visto!" No sé si me explico...

Y sí, tenía razón. Yo que siempre me he creído una desgraciaíca de la vida porque había tenido muy mala suerte con los hombres y resulta que el problema no eran ellos... era yo. Por elegir mal. Porque ciertamente a mi es que nunca me han gustado los tipos "normales". No sé... supongo que como soy rebelde por naturaleza, no me podía conformar con una relación normal con un hombre normal. Y es verdad, siempre me han gustado los hombres con algún rasgo diferente y característico.

Y así me ha ido. Fatal.

¿Por qué? Porque yo sí que soy normal. Dentro de todo lo rebelde que me crea, soy una tipa normal. Voy de tipa dura pero en el fondo soy de las que lloran en las bodas. Y de las que sueñan con arcoiris y unicornios amarillo pastel.

Así que después de esta terapia de choque que ha servido para aclararme las ideas, he llegado a la siguiente conclusión:

-Acepto hombres románticos.
-Acepto hombres que bailen bachata.
-Acepto hombres que no huyan despavoridos ante la audición de la palabra "boda".
-Acepto hombres que no les importe las muestras públicas de cariño.
-Acepto... un hombre normal.

Feliz comienzo de semana.

Edito para hacer una matización: La normalidad a la que me refiero supongo que será que sea tan normal como yo. Dentro de mi normalidad. Y de la suya. Osea, que seamos más o menos igual de normales o anormales...

Ufff que lío.





10 comentarios:

Anita Patata Frita dijo...

Nadie es "normal". Nadie.

Ana M. dijo...

Dejémoslo en "un poco menos anormal" que los anteriores.

Anita Patata Frita dijo...

Entonces vale XD

Aydita dijo...

Estoy de acuerdo con lo de un hombre normal! besos

Lileth dijo...

Yo no soy normal. Mi marido tampoco, y así nos va.

Quince años juntos. ¡Y que duren!

Pilar Abalorios dijo...

Salvo lo del unicornio amarillo paste, todo normal...;)

Anónimo dijo...

Me ha hecho gracia que digas que normal es que sea romantico, que baile y que no le asusten las bodas jejejejej...no se si de esos normales hay muchos jejjee, pero muchisima suerte en tu búsqueda !!!

Lo importante no es que sea normal o no lo sea....es que te haga sentir mariposas en el estomago ;)

Rocio

Ana M. dijo...

Rocío, claro mujer... lo normal es eso ¿no? jajaja!!

Patricia J. dijo...

Así, son las madres... A mi me gustaría una madre "normal", no un hombre normal! jejej

Esteban dijo...

Una vez mi madre me dijo, Esteban solo sales con la típica niña guapa tonta!!!! Y mi hermana le dijo , si Mama es cierto, las mas tontitas del instituto conocen a mi hermano y cuando una que nunca me habla me habla pienso ea otro ligue de mi hermanito!!!!Las madres!!! jajajaja. Exento por la bachata y que estoy lejos entro en lo que buscas!!! jajajaj