viernes, 19 de abril de 2013

Porque lo dice el DNI

Un poco volviendo a la entrada de ayer, parece que estamos todos un poco de acuerdo en que no nos creemos que realmente ya nos hemos hecho mayores.

Y como decía, realmente yo no me siento mayor. No sé... es que yo desde que tengo uso de razón, me he sentido igual. Mis emociones han sido siempre las mismas, lo único que quizá es distinto es a lo que iba enfocada esa emoción.

Si hay algo que me acuerdo especialmente, es de cuando era una niña pequeña e iba a párvulos. Recuerdo perfectamente que estaba "enamorada" de un niño de mi clase. Sí, sí... será que toda mi vida he sido muy romántica, porque con cinco o seis años ya andaba de amores.

El caso es que recuerdo perfectamente lo que sentía cuando veía a ese niño. Ese nerviosismo, esa emoción, las "mariposas en el estómago" eran las mismas que sentí después con doce, con diecisiete, veinticinco o treinta y un años.

Al igual que el amor por los míos. Porque tenga los años que tengo ahora no dejo de querer a mi madre. Y confieso que de vez en cuando necesito que me achuche en su regazo y me de muchos besos. Eso lo hacía cuando era bebé, con siete años, con doce, con dieciocho, con veinticinco y con treinta y uno... y lo haré mientras pueda hacerlo.

La ilusión. Lo mismo, ¿vosotr@s no sentís igualmente la emoción de la ilusión? Yo sí. Lo único es que antes cuando era niña me ilusionaba por un juguete y hoy me ilusiono por comprarme un móvil. Al fin y al cabo es lo mismo, ¿no? O la ilusión que me producía que llegara el verano para ir a la feria de mi pueblo, que es la misma que ahora, lo único que antes me encantaba ir para montarme en el Saltamontes, y ahora me ilusiona comerme un perrito caliente de Hamburguesas Santa Ana.


O la ilusión al oir el bip bip del móvil cuando recibes un Line (adoro el Line) o un Wathsapp, ¿no es la misma que cuando tocaban al timbre de tu casa y tu vecin@ te preguntaba que si "te bajas"?

Y por supuesto... las emociones negativas también son las mismas. El primer día de Colegio-Primer día de Trabajo después de las vacaciones; Suspender un Examen-Metedura de pata laboral...

O reñir con tu mejor amig@, eso es peor que dejarlo con una pareja.

Cuando tenía unos quince años o por ahí tuve una experiencia horrorosa cuando la que era mi mejor amiga "me dejó" por mi compañera de pupitre del instituto al poco de presentarlas. Os juro que el dolor de corazón que sentí cuando ambas me dejaron de lado fue tan malo... tan, no, mucho peor que cuando me dejó mi ex.

Por todas estas cosas es por lo que digo que yo no me siento mayor... soy mayor porque lo dice el DNI pero a final de cuentas yo creo que soy la misma persona y siento igual que cuando era niña, adolescente, ahora en la edad adulta, y seguiré sintiendo igual cuando hayan pasado unos años.

Feliz fin de semana.


9 comentarios:

Anita Patata Frita dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con este post, cambian las circustancias pero las personas siempre tienen la esencia que les hace ser como son.

Ana M. dijo...

Me moriré siendo igual de tontorrona jajaja!!

Yolanda dijo...

Tienes mucha razón. Y que te dure por muuuucho tiempo esa forma de vivir las cosas.

Un beso

maria dijo...

Yo tambien comparto lo que dices, y eso que te llevo unos añitos... la esencia es la misma, el único pero es que yo he sido muy muy confiada y siempre he pensado que todo el mundo era bueno, pues ahora ya no...me he vuelto más desconfiada y un poco egoísta también. Ahora también me gusta que me traten bien y que me hagan la vida un poquito más fácil.

A mi me gusta hacerlo por los demás...

Un besazo.

Akatowari dijo...

Oh! Que bien, me sentía fatal que me duela mas perder una amistad que una pareja...que rara soy! Pero si, creo que nuestra esencia permanece siempre que no haya sido afectada por eventos fuera de nuestro control, como el caso que comentas de tus amigas.

Ana M. dijo...

Obviamente con los años aprendemos y moldeamos nuestro carácter...

Aydita dijo...

Estoy de acuerdo! besos

Ana M. dijo...

Pero seguimos siendo los mismos, no?

Sese dijo...

Pues supongo que nunca dejemos de ser nosotros mismos, sólo que ahora no todo es blanco ni negro y nuestras aristas se han erosionado y al menos tenemos más experiencia.

Saludsos