viernes, 3 de mayo de 2013

Mi madre

Mi madre probablemente sea una madre del montón, como casi todas las madres de casi todos vosotros. Pero resulta que yo no tengo otra y por tanto, para mi es la más mejor y más especial madre del mundo.

Como ya habréis podido observar si leéis habitualmente este blog, siento adoración por mi madre. Quizá sea la persona a la que más quiero en este mundo, con todos los respetos al resto de personas que yo quiero en este mundo.

Mi madre es, como era su madre y probablemente como soy yo (genética pura) una honesta brutal.

Es honesta hasta niveles casi dolorosos. Mi madre nunca me va a decir "lo que quiero oír", siempre me da su opinión sincera, aunque no me guste lo que diga.

Mi madre me protege hasta niveles sobrenaturales. Para ella, siempre voy a ser "su nena", aunque tenga ya camino de treinta y dos años y aunque ahora el título honorífico de "la nena" lo ostente su nieta.

Aunque todo hay que decirlo, desde que es abuela ha cambiado bastante el chip y ha empezado a mirarnos a mi hermana y a mi como mujeres, no como niñas.

Mi madre es una mujer de pueblo un tanto chapada a la antigua. Por eso, le costó un poco asumir que se puede vivir "en pecado" y tener  hijos sin estar casada. Asumirlo para con nosotras, se entiende, porque sus hij@s son l@s más decentes del mundo mundial y como dijo aquella: MA-TA por nosotr@s.

Mi madre siempre ha sido muy crítica con mis "pretendientes" y nunca se ha cortado un pelo en dar su opinión sobre ellos porque sufre tanto o más que yo cuando he sufrido por desamor. Que ha sido en más de una ocasión, todo hay que decirlo, y por eso hace poco y después de saber que últimamente quedaba mucho con un  chico me espetó su frase amenazante de advertencia: "Hija mía, tú siempre has tenido muy mal gusto para los hombres". Acojonadica me quedé.

Por eso, después de conocer al Muso y opinar de él que "Es muy apañao" (cosa que nunca había dicho de ninguno de mis acompañantes masculinos) ya puedo sentirme victoriosa y bendecida. Ya sabes Muso, le molas a mi madre. Te lo dije.

Mi madre es de las madres que, excepto en mis cuestiones amorosas, sufre en silencio cuando he tenido algún problema. Hace como que no se preocupa para que yo no me preocupe. Pero sé de buena tinta que lo está pasando tan mal como yo, por no decir más, al ver que no estoy todo lo contenta que debería estar con mi trabajo y por los problemillas de salud que me han surgido últimamente, probablemente provocados por el estrés que me produce la primera cuestión. Y por ver que no es tan fácil como coger y dejarlo, porque no están los tiempos para ir dejando trabajos.

Por eso se alegra por mi y ve "apañao" al Muso. Porque ve que él es quién me hace sonreír.

Como decía antes, mi madre desde que es abuela cambió tanto el chip que ahora no es que no le importe si sus hijos "viven en pecado", sino que hasta hace poco tiempo me animaba a que hiciera como Mónica Cruz y me hiciera una inseminación artificial, porque "hija mía, ya tienes edad" y "a ver si te vas a quedar huera" .

Aunque la verdad es que prefiero mil veces que mi madre me espete una de sus frases lapidarias a que me diga "ea hija... lo que tu veas" o "si a ti te gusta" porque eso significa que eso que llevas puesto, pretendes hacer o lo que sea que se me está pasando por la cabeza... no le mola un pelo. Si mi madre me dice una de esas dos frases, automáticamente aborto la operación, porque sé que la estoy cagando.

Otra cosa que me hace mucha gracia de mi madre es cuando le cuento algo, del facebook, del twitter o "del interné" en general y hace como que me escucha asintiendo con la cabeza, haciendo como que me entiende, todo por no decepcionarme. Luego le digo "a que no te estás enterando de nada" y me responde "de nada absolutamente" y nos partimos de risa. En el fondo lo hago adrede... no lo voy a negar.

Porque mi madre es anti tecnología total. Ha aprendido a manejar el mando del TDT y porque no le queda más remedio si quiere ver la tele. No es capaz ni de mirar las llamadas perdidas del móvil, por eso, cuando le suena el teléfono y no le da tiempo a cogerlo, hace ronda y nos llama a todos (a mi la primera porque sale la primera en la agenda) para preguntar "¿me has llamado tú?". Pero creo que lo hace por principios. Ella como "es vieja e inculta" (sus palabras) pasa de todo. Aunque no puede vivir sin el móvil. Para llamar sólo, eso sí.

Podría pasarme horas y horas escribiendo sobre mi madre y sus cosas, pero creo que ya me está quedando esto un poco largo y... prefiero dejarme cosillas para otras entregas de "Mi madre, esa mujer".

Efectivamente, con esta entrada quería homenajear en este caso a mi madre y felicitar a todas las lectoras que lo son, a las que lo van a a ser y las madres de tod@s vosotr@s porque el domingo, es su día.

Feliz día de la Madre.

Feliz día, máma. (Con acento en la primera a)









8 comentarios:

MORGAN dijo...

Qué maja tiene que ser esa madre tuya. Me encanta la gente así, tan directa y sincera, porque son personas de las que siempre sabes qué esperar.
Besos

Anita Patata Frita dijo...

Que bonica es tu máma! :)

Ana M. dijo...

Morgan, sin dobleces, así es mi máma jejeje!!


Anita, que me ha dicho que os visteis ayer eh? jeje!!

Maria dijo...

Que bonito Ana, y que hermoso regalo le has hecho a tu madre, sin falta de gastar un euro.
Ya se lo puedes leer, que le va a hacer muy feliz.
Un beso grande bonita.

María.

Ana M. dijo...

Gracias María :)

Aydita dijo...

Madre no hay mas que una! besos

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Pilar Abalorios dijo...

Felicidades a tu madre y por tu madre.

Besos