Confieso: Tengo mal perder.

Pongámonos en antecedentes y quién no sepa cuales son mis teorías acerca de la Lotería que pinche aquí.

Bueno pues eso, que ya está, que se acabó y que mis teorías se han vuelto a cumplir.

¿Problema?

Que hoy tengo la misma salud, belleza, amor e inteligencia que ayer.... y 65 euros menos.

65 euros.... ¡¡mis 65 euros!!! ains.... se me cae la lagrimilla y todo...

Lo que no me gasto ni en unos zapatos me lo he gastado en Lotería!!!

En éste post no lo indiqué, pero el verdadero motivo por el que no me gusta jugar a ningún juego de azar el siguiente:

TENGO MUY MAL PERDER

Sí, es eso... lo reconozco y lo confieso.

Toda mi vida he sido muy competitiva. Siempre me ha encantado meterme en todos los berenjenales posibles, como ya os conté en éste otro post (¡¡pinchar!!) y no solo me conformaba con eso, sino que dentro de dicho berenjenal tenía que ser la mejor!!

Y como una no siempre puede estar en el plato y en las tajás y no se puede ser la number guan todo el rato, más de dos veces me han pegado un "¡¡zas en toda la boca!!".

Sí amiguitos, ¡¡¡y me jode muuuuuuucho!!!

¿Os he contado que cuando tenía 10 u 11 años gané el concurso de Redacciones de Navidad de mi colegio?

Pues sí... ejem, ejem... (ahora os dejo 30 segundos para que aplaudáis plas, plas, plas)

Escribí una redacción que al leerla se le caerían las lágrimas al mismísimo Sadam Hussein. Se me calentó el boli y me puse yo toda tierna, solidaria y reivindicativa, vamos para que viniera la Aminatu Haidar esa a pedirme consejo... Aunque no sé yo si mis padres me dejarían hablar con esa señora, porque es un poco rara y yo en aquella época aún era menor de edad...

Bueno, que me desvío...

Gané el concurso y el día que vino el director del colegio a darme el regalo (2 libros creo recordar) me sentí como una mezcla entre Miss España y El premio Nobel. Fue una sensación que, confieso me gustó muuuucho jiijiji!

Pasó el año y llegó de nuevo el concurso de Redacciones de Navidad.

Yo ya me creía la reina del mambo y pensé que con sólo poner el nombre en el papel volvería a ganar el concurso y... ¿qué pasó?

Pues que no gané.

Y me jodió mucho.

Y desde entonces decidí no volver a participar en ningún concurso de Redacciones de Navidad ni de nada parecido....

Bueno, me habéis pillaaaaaadoooo.... al cabo de unos años, ya en el instituto me apunté a otro concurso de Cuentos de Navidad... Y tampoco gané... Síiiiii y también me jodió. Ya está!!

En ese momento definitivamente fue cuando asumí que mi chispa literaria se había apagado.

Luego está lo de las danzas manchegas, las majorettes, el teatro, el voleibol, el campo através y los Cupones de la Once.

Porque un día, así como quién no quiere la cosa, me dió por comprar un cupón de la Once a una chica invidente que iba todos los días a vender al bar donde yo desayunaba. ¿Y sabéis qué? Pues que sí, que tuve suerte y me tocó la devolución del importe.

Evidentemente (u orgullosamente), no le iba a pedir a la chavala que me diera los 2 euros (si mal no recuerdo) del cupón. Y le pedí que me lo cambiara por otro para ese mismo día. Y..... me volvió a tocar la devolución. Y al día siguiente lo volví a cambiar por otro para el día. Y..... me volvió a tocar la devolución.... Así durante 2 semanas!!

Y yo enviciá perdía. Claro... poneos en mi lugar... Llevaba 2 semanas, 14 días consecutivos que me tocó la devolución del cupón.... ¡¡La suerte me estaba rondando!! ¡¡Tenía que caer fijo!!!

¿Qué pasó?

Que llegó el día 15 de mi cupón gratis y NO ME TOCÓ LA DEVOLUCIÓN.

Y me jodió.

Y desde entonces no volví a jugar a la lotería.

Así de triste es la historia....

El año que viene no me ven el pelo por la Administración, palabrita del Niño Jesús!!

Feliz martes!!

Pd: Que si no nos vemos antes y todo eso... os deseo a todos y todas que paséis las Navidades muy bien... o en familia.... jajaja!! (es coña).

¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS¡¡

Pd2: Y para que no haya quejas, os pongo el Árbol de Navidad y el Belén.