Mañana tengo cita para ir al médico.
Yo, que soy antimédico total y absolutamente ya tengo que estar mu malamente para ir... y mañana tengo cita.
¿Por qué?
Pues porque estoy coja otra vez.
No sé si es desde que me hice mi famoso esguince, o es que el esguince me lo hice porque ya tenía el pie jodido de antes o qué, pero el caso es que cada día, semana, mes, año que pasa, mi pie izquierdo está peor.
Aunque también creo que todo lo que me pasa es por cabezona, porque si en el momento que me notara algo fuera al médico, probablemente todos mis males se me solucionarían antes, pero como soy así, no me curo nada. Y ahora me jodo.
Me duele el pie por la parte de la base del dedo pulgar hacia atrás. No puedo puedo doblar los dedos. Ando como un pato por no doblar los dedos y por consiguiente se me carga el tobillo y se me resienten los esguinces.
En resumidas cuentas, que no puedo andar y punto.
Todo comenzó hace ya más de un mes, que me compré unos zapatos moníiiiiiisimos. Monísimos sí, y pequeños también.
Me los probé en la tienda y me estaban estrechos, pero teniendo en cuenta que todavía hacían 35º a la sombra deduje que tenía el pie hinchado y claro, teniendo en cuenta que los zapatos los quería para cuando empezara el fresco, supuse que para entonces mis pies habrían menguado. Aparte que siempre que te compras unos zapatos, al principio aprietan pero luego dan de sí.
Pues estos no dieron de sí, eran pequeños y punto.
Me los puse cuatro veces, esperando que se obrara el milagro. Pero nada. Al final se los tuve que dar a mi hermana.
Y yo me quedé sin zapatos y coja.
Como os decía antes, esto hace ya más de un mes... que en principio pensé que era que tenía el pie resentido y que se me pasaría. Pero no se me ha pasado.
Y desde hace más de un mes que sólo puedo andar con las zapatillas de atletismo y con los mocasines planos (y gracias).
Ver la vida a ras de suelo no me gusta, ¡¡con lo me me gusta a mi un tacón!! Desde que veo la vida de plano no me gusto, no me gusto yo, ni como me queda la ropa.
No me gusta tener que limitar mi vestuario a los mocasines, porque no, con las bailarinas tampoco puedo andar... porque son demasiado planas, además que como no sé si es que tengo el pie hinchado o qué, me rozan.
Lo que más me jode de todo esto y probablemente es por lo que estoy más cabreada, es porque creo que me está saliendo un juanete.
Además de aburrida y dolorida, estoy muy cabreada porque este es una evidencia (otra) de que me estoy haciendo mayor.
Y me cabrea más aún pensar que a partir de ahora en vez de comprar mis tacones maravillosos que siempre me han gustado tanto, tener que limitar mi calzado al juanete.
En resumidas cuentas, estoy gorda, dolorida, aburrida, viejunera y cabreada... muuuuy cabreada.
Y todavía no he ido al médico.
¡Con lo feliz que era yo viendo la vida sobre un tacón!!
AINSSSS...
Feliz jueves.
Pd: Estoy tan cabreada que no tengo ganas ni siquiera de buscar una imagen que ilustre tan repreciosa entrada.
Pd2: Sí, sí, lo sé... que tirarme una semana sin actualizar para esto...